Redacción – Real Madrid vuelve del parón por selecciones nacionales para hacer frente a un duro cierre de 2018.
En menos un mes, Real Madrid disputará cuatro partidos de Liga, dos de Champions League y uno de Copa del Rey antes de viajar a Abu Dabi donde buscará refrendar su título como Campeón en el Mundial de Clubes para decir adiós al año en curso.
Al menos ocho partidos en total que pondrán a prueba la capacidad del nuevo cuerpo técnico para administrar recursos; y sobre todo, la profundidad del plantel.
Lo que ocurra en las próximas tres semanas no solo determinarán el camino que seguirá el Real Madrid en la segunda mitad de la temporada. Además, tendrá un impacto directo en las decisiones de la directiva de acudir al mercado invernal en busca de recursos, pues Real Madrid volverá a la actividad bajo mínimos.
Sin Nacho Fernández, fuera hasta 2019 por un problema en la rodilla, y con Sergio Ramos entre algodones por la sobrecarga que le impidió disputar el encuentro ante Bosnia con la selección española, Solari solo tiene a dos defensas sanos a cuatro días de visitar al Eibar. Raphael Varane, que sigue concentrado con Francia, y Jesús Vallejo, quien apenas se integró al trabajo del grupo esta semana y ni siquiera ha debutado esta temporada.
Aunque en el Real Madrid esperan que el capitán se integre al trabajo en los próximos días, no se descarta la posibilidad de que sea Javi Sánchez, capitán del Castilla, quien acompañe a Varane en la central.
Y es que tres días después, el 27 de noviembre llegará el primer partido trampa para Solari. La visita a la Roma en que el Real Madrid está obligado a ganar para sellar su clasificación a los octavos de final de Champions League. El entrenador necesita al mejor once posible para visitar el Olímpico de Roma, incluido el capitán, por lo que no sería descabellado que le de descanso el fin de semana y permitirle así llegar en las mejores condiciones posibles.
Real Madrid apenas tendrá tiempo de asimilar lo que ocurra en Italia antes de ser sometido ‘a juicio’ por Bernabéu cuando vuelva a casa para recibir al Valencia el 2 de diciembre.
Será el primer encuentro que el Madrid dispute como local en casi un mes luego de la victoria por 2-0 sobre Valladolid, un partido que no acabó precisamente en el mejor de los términos para jugadores como Gareth Bale y el propio Sergio Ramos, repudiados y señalados por sus aficionados tras un desastroso mes de octubre que acabó con un cambio en el timón y un equipo a la deriva en la Liga.
La misión de los merengues, además de ganarse el perdón de sus aficionados, será mantener el paso firme para seguir recortando distancias con respecto a la cima en la Liga. Madrid, emplazado en sexta posición y a cuatro puntos del líder, podría verse ante una oportunidad única de tomar por asalto uno de los puestos de Champions League si logra vencer en los próximos dos partidos, toda vez que dos de los punteros, Barcelona y Atlético, se enfrentan entre ellos.
Antes de visitar Huesca el 9 de diciembre, Real Madrid tendrá que cerrar la eliminatoria de dieciseisavos de Copa del Rey frente a Melilla – un partido que, en principio, será un mero trámite y que servirá para dar minutos a los jóvenes después de dejarla encaminada con una goleada por 4-0 en la ida.
Real Madrid cerrará el año en el Santiago Bernabéu la siguiente semana. El 12 de diciembre recibirá al CSKA de Moscú. En el mejor de los casos, el equipo merengue se jugará avanzar en primer puesto. Para ello tiene que ganar en Roma; de otra manera acabará jugándose la vida de nuevo ante un rival teóricamente inferior y en medio de la peor tensión imaginable.
El 15 de diciembre disputará el último partido en casa ante Rayo Vallecano. Un partido que en condiciones normales tendría que fungir como una fiesta antes de partir rumbo a Abu Dabi para disputar el Mundial de Clubes, así como una ocasión para mantenerse en los puestos altos.
Cualquier tropiezo entre este momento y el choque ante el modesto Rayo lo convertirá en una despedida infernal.
Y pondrá más presión, si cabe, por volver a casa con un título en la mano.
En Madrid no se olvidan que el conjunto merengue ya falló una ocasión para conquistar un título esta temporada, así sea el que menos luce de todos, la Supercopa de Europa en que cayó por 2-4 ante el Atlético. Ni el equipo puede darse el lujo de volver a fallar, ni Solari de perder su primer título en disputa.