Lamine Yamal, futbolista cadete de 15 años y que está considerado como una de las mejores promesas de la academia del Barcelona, se convirtió este sábado en el futbolista más joven de la historia del futbol profesional en ser convocado por el primer equipo azulgrana. Extremo derecho que suele jugar con la pierna izquierda y tiene una capacidad de desborde que en el club se considera excepcional, ni tan solo ha jugado en el filial y ha dado el salto directamente.
El joven delantero catalán, que cumplirá 16 años en julio, solo es superado por Paulino Alcántara, que debutó en el primer equipo azulgrana el 25 de febrero de 1912, cuando conta con 15 años y 4 meses.
“Es un jugador que puede marcar época en el club y no tenemos ningún miedo de haberle llamado», resolvió Xavi al ser preguntado por su sorprendente convocatoria, explicando que durante esta semana «nos ha convencido. Ya le venimos siguiendo hace tiempo, tiene un talento innato, es atrevido y puede ayudarnos a pesar de su juventud”.
El técnico azulgrana, quien avisó que no se fija en la edad a la hora de tomar sus decisiones, dejó en el aire que Yamal pueda debutar ante el Atlético “porque todos los que están en la lista tienen sus opciones de jugar” y rechazó haberle convocado como una señal de que se cuenta con él de cara al futuro y para que, representado por Jorge Mendes, pueda pensar en abandonar el club al acabar su contrato en 2024.
“No estoy pendiente de temas contractuales. Si le hemos llamado es porque consideramos que está preparado y puede jugar, de lo demás no me ocupo» sentenció Xavi, quien habló del joven exterior como de un «futbolista diferente”.
“Así como he dicho a veces que viendo a Pedro creo que tiene cosas de Inesta, Yamine es diferente. No le encuentro un parecido con nadie en especial y diría que tiene cosas de varios jugadores”, explicó el técnico azulgrana, quien repitió, y proclamó, que la llamada el joven delantero se la ha ganado en los entrenamientos.
“Los jóvenes hoy tienen un desparpajo enorme. No tienen miedo a nada y son muy distintos a nuestra época. Los veo y me sorprende», reconoció Xavi, que sentenció que el partido de este domingo frente al Atlético será «especialmente difícil porque nos enfrentamos al equipo en más forma de la Liga. Ganar sería dar un golpe sobre la mesa”.
“Debemos ser reconocibles, recuperar nuestra identidad… Y este es un partido que motiva mucho para avisar que estamos aquí después de un par de partidos que no hemos estado al nivel», explicó, volviendo a repetir que el horario del partido, otra vez a primera hora de la tarde, «no me gusta. Lo dije y lo mantengo. Y me da igual lo que me digan”.
“Lo del campo seco, lo del césped duro… Eso se lo deberían preguntar a Quique Flores. Preguntarle por qué decidió no regarlo y tenerlo tan alto, cuando eso también perjudicó al Getafe, es a él a quien se le debería decir”, se soltó Xavi, quien solventó que “ni me voy a callar ni cambiaré de opinión. No pararé hasta que estas cosas se arreglen y haya una normativa clara”.
Una normativa que, avisó, no entiende que no exista. “Cuando llueve un partido de tenis se para, si la pista está mojada se seca en basket. Si se cae LeBron James se pasa la mopa, ¿o se sigue como si nada? Y si el césped no está bien no se juega a golf”, expuso como ejemplos.
“La excusa no es el resultado. También lo digo cuando ganamos», explicó. «Si queremos espectáculo, vamos a cuidarlo porque si no luego nos preguntamos por qué los niños se desconectan” mantuvo, sentenciando que a partir de ahí “me da igual que me hagan 200 mil memes más, seguiré diciéndolo y pensaré igual”.