El Sevilla, con un gol del lateral argentino Marcos Acuña en la segunda parte, se llevó la victoria (1-0) y sacó las carencias del Atlético de Madrid, que sigue líder pero ya muy ajustado en la clasificación con el Real Madrid y el Barcelona en este tramo final del torneo en el que los de Diego Simeone parece que van a menos.
El equipo de Julen Lopetegui, por su parte, se aferra con solvencia a la cuarta plaza tras sumar tres puntos en un partido en el que fue claro dominador en la primera parte y que en la segunda, ya mas igualada, supo aprovechar su oportunidad y guardar la recompensa hasta el final.
Se planteó el partido como una prueba de fuego para el conjunto del argentino Diego Simeone en la defensa de la primera posición en la tabla con la que llegaba a las últimas diez jornadas del campeonato, en el que el Real Madrid, que había ganado el sábado al Éibar (2-0) y el Barcelona, que juega el lunes en el Camp Nou frente al Valladolid, acechan a los colchoneros.
Pero el Sevilla, cuarto en la clasificación, también quiere consolidarse en esa posición en su claro objetivo de repetir la próxima temporada participación en la Champions y los tres puntos ante el Atlético le harían dar un gran paso.
El equipo madrileño ha mostrado algunas dudas en su juego en las últimas semanas y la cita en Nervión podía ser de doble efecto si lograba la victoria, aunque llegó mermado de jugadores con la baja de Joao Félix, por el traumatismo en el tobillo sufrido con la selección portuguesa, la ausencia por sanción del belga Yannick Carrasco o la de última hora del montenegrino Stefan Savic por unos problemas gastrointestinales.
La formación andaluza, a la que el parón por los partidos internacionales le ha venido bien para recuperar a jugadores saturados de minutos y a otros con mermas físicas, salió con una alineación muy previsible con todos sus hombres más titulares, solo con la precisión de que Julen Lopetegui apostó de entrada por el delantero neerlandés Luuk de Jong por el goleador del equipo, el marroquí Youssef En-Nesyri.
Arrancó el encuentro intenso, como se preveía, pero con el Sevilla con un punto mas de velocidad, hasta el punto de que el croata Iván Rakitic fue objeto de un penal a los seis minutos por un pisotón de Saúl Ñíguez.
Fue Lucas Ocampos el que lanzó la pena y el meta esloveno Jan Oblak adivinó la acción y tapó el disparo, lo mismo que sucedió en la anterior jornada cuando tapó otro ante el Alavés que propició la victoria atlética (1-0).
También el extremo argentino del Sevilla repitió circunstancia, aunque tristemente para sus intereses, ya que el anterior penal que lanzó también lo falló, en el Camp Nou ante el Barcelona en la vuelta de las semifinales de la Copa.
Pese a la decepción sevillista por esta oportunidad pedida, fueron los locales los que siguieron con la iniciativa, con incursiones por los dos extremos y con lanzamientos desde lejos, aunque el Atlético no se descompuso en las tareas defensivas y se mantuvo atento a sorprender a la contra.
Simeone hizo un cambio rebasada la media hora, al salir del campo el brasileño Renan Lodi, aparentemente lesionado, por el argentino Ángel Correa, lo que coincidió con el hecho de que el equipo se sacudiera algo la presión del rival hasta el descanso.
El ‘Cholo’ tuvo que precisar varios conceptos en los vestuarios para que cambiara la dinámica en la segunda parte y pareció que dio algo de resultado porque los visitantes presionaron mas adelantados y dificultaron las salidas del rival.
El Atlético tuvo mas tiempo el balón y además mas cerca de las inmediaciones del meta marroquí Yassine Bono, prácticamente inédito en la primera parte, pero siempre también pendiente de un Sevilla que no quería perder protagonismo.
El francés Thomas Lemar, en el Atlético, y Joan Jordán, en el Sevilla, pugnaron para que el centro del campo cayera de su lado en un partido que avanzó a su tramo final mucho mas igualado a la espera que algún equipo pudiera romperlo.
Lo logró el conjunto de Lopetegui a los setenta minutos en un buen pase desde la línea de fondo de Jesús Navas que no desaprovechó el lateral argentino Marcos Acuña para cabecear el 1-0, aunque los colchoneros protestaron que la jugada venía precedida de una mano anterior de Ocampos y el VAR no revisó la jugada. Poco después, los atléticos reclamaron también la segunda cartulina amarilla para Diego Carlos, que tocó un balón con la mano interceptando un ataque peligroso de los visitantes.
Los madrileños ya no tuvieron más remedio que irse lanzados hacia el arco de Bono y Mario Hermoso tuvo muy claro el empate minutos después pero, sólo en el área, mandó el remate muy alto. Al Colchonero le costó crear peligro ante un adversario bien plantado que supo mantener el marcador gracias a una atajada del marroquí tras un remate de Correa, en lo que fue la más clara para el visitante.