Tras un largo período de inactividad, River debía volver al ruedo en la Copa Libertadores nada menos que ante Sao Paulo como visitante, en la continuidad del Grupo D. Y en un partido con muchos vaivenes, logró un valioso empate 2-2 de cara a lo que viene.

En los minutos iniciales, pudo verse la diferencia de ritmo entre ambos equipos: los brasileños que ya disputaron nueve jornadas del campeonato de su país se mostraron mejor parados en el campo frente a un Millonario que llevaba seis meses sin competir.

Las dificultades de la visita en los traslados y en el retroceso fueron aprovechadas por el Tricolor, primero con un aviso de Hernanes desde afuera que rechazó Franco Armani, y enseguida con una volea de Reinaldo que se desvió en Enzo Pérez y terminó en el primer gol de la noche.

En la adversidad, apareció el carácter que Marcelo Gallardo había anunciado como uno de los pilares fundamentales para que sus dirigidos pudieran suplir la falta de rodaje. Un primer disparo lejano de Julián Álvarez que obligó a revolcarse a Tiago Volpi fue el anticipo de otra gran maniobra que también involucró al delantero juvenil, quien tras recibir un pase filtrado de Matías Suárez asistió a Rafael Borré para que empujara la pelota a la red.

Con la igualdad, los de Núñez lograron acomodarse en una cancha rápida por la lluvia y ya no sufrieron tanto en la contención en el mediocampo, aunque les costó un poco la generación de juego debido al discreto rendimiento de Ignacio Fernández y Nicolás De La Cruz.

La firmeza de la última línea y la buena conexión entre los tres atacantes fueron las claves de un River que, cuando se asentó, apeló a su habitual estilo de presión en campo contrario para generar peligro.

En el complemento, ya con más confianza, el conjunto argentino incluso se animó a pararse unos metros más adelante y a imponer las condiciones, con tenencia y mejor circulación, hasta que lógicamente empezó a quedarse sin energía.

El desgaste realizado después de un extenso receso derivó en que, promediando la segunda etapa, la iniciativa volviera a ser de los paulistas. Pero a los del Muñeco todavía les quedaba un as bajo la manga: Lucas Martínez Quarta capturó un balón perdido en el área, se lo cedió a Álvarez y el cordobés definió para poner el 2-1.

La reacción de los locales, esta vez, no tardó en llegar. Una precisa combinación ofensiva volvió a darle la posibilidad a Reinaldo de concluir una acción fortuita y, tras un despeje de Armani, el rebote en Fabrizio Angileri terminó en el empate.

Sobre el cierre, los dos tuvieron sus chances, pero el resultado terminó siendo justo por lo demostrado por ambos en el Morumbí. En el grupo, Liga de Quito mira a todos desde arriba con 6 unidades y en la próxima fecha recibirá a Sao Paulo, mientras que a River le tocará visitar a Binacional en Lima.