Redacción – El Real Madrid perdió 0-1 ante el Tottenham su tercer partido de la pretemporada, agudizó su crisis veraniega de resultados y sólo mostró detalles positivos en la figura de Keylor Navas, que completó una actuación excepcional.
Después de la humillación de Nueva Jersey, un 3-7 para el recuerdo a favor del Atlético de Madrid, los hombres de Zinedine Zidane tenían frente al conjunto inglés su primera oportunidad de recuperar el crédito perdido en sólo 90 minutos para el olvido.
El técnico francés no tenía muchas opciones para revolucionar su once inicial. Con cinco bajas (Luka Jovic, Thibaut Courtois, Ferland Mendy, Brahim Díaz y Marco Asensio) y con dos hombres recién llegados de vacaciones (James Rodríguez y Casemiro), las florituras no tenían mucho espacio en la alineación.
Aún así, la lista de titulares sonaba antigua. Parecía pasada de moda, sobre todo después de la temporada pasada que el Real Madrid culminó sin títulos. Se exigía una revolución antes del verano y ésta todavía no ha llegado.
Salvo la presencia de Eden Hazard, de Rodrygo Goes y de Lucas Vázquez, el once era el mismo que las finales de las Ligas de Campeones que ganó el Real Madrid en los cursos 2016/2017 y 2017/18. Sólo faltaban Isco Alarcón, Cristiano Ronaldo y Casemiro.
Sin muchas novedades, con la losa del Atlético encima y con la necesidad de cambiar el rumbo de la pretemporada, el Real Madrid inició el choque con sufrimiento por la presión del Tottenham. Mauricio Pochettino ordenó a sus jugadores agobiar al equipo de Zidane, que apenas consiguió salir de su campo en el primer acto.
A lo largo de los 45 minutos iniciales, salvo un par de disparos lejanos sin peligro de Luka Modric y de Toni Kroos, y de una ocasión clara de Karim Benzema, el Real Madrid no ofreció mucho más. Algún detalle de Rodrygo, que salió con ganas, y paradas salvadoras de Keylor Navas. Y, de Hazard, casi no hubo noticias.
Mientras, el Tottenham acumuló casi todas las opciones claras. Erik Lamela fue un incordio constante; Harry Kane, un martillo pilón difícil de controlar; Tanguy Ndombele, el primer fichaje en dos años de los británicos, un pulmón; y Erikssen, un buen director de orquesta.
Gracias a Keylor Navas, que acumuló hasta cuatro buenas intervenciones, el Real Madrid no se marchó al descanso con un buen saco de goles. El portero costarricense se agarra al puesto desde hace años. Y con Courtois lesionado dos semanas, el inicio de Liga será complicado para Zidane. Tendrá debate encima de la mesa otra vez.
El portero costarricense se lució entre los minutos 19 y 26: primero, detuvo un remate de Varane en propia meta; después, salvó de forma espectacular un disparo a quemarropa de Lamela; luego, despejó un trallazo de Ndombele desde fuera del área; y, finalmente, secó a Kane, que lo intentó desde dentro del área.
Sin embargo, no pudo salvar otro remate del delantero británico que llegó tras un error de Marcelo. El lateral brasileño sigue buscando su mejor forma y, en esta ocasión, tras un defectuoso pase de Hazard, regaló la pelota a Kane, que hizo el 0-1 ante Keylor Navas.
Con esas irregulares sensaciones, el Real Madrid se marchó al vestuario. Necesitaba dar una vuelta de tuerca a casi todo para no acabar otro partido de pretemporada con sabor amargo. Lo consiguió durante unos minutos, en los que consiguió arrinconar al Tottenham, pero fue un espejismo.
En ese tiempo, Hazard dispuso de un pase de la muerte de Marcelo que rebotó en un defensa. No hubo mucho más y en quince minutos el Tottenham volvió a tomar el mando del choque. Y, otra vez, chocó con Keylor Navas.
Entonces, si Pochettino en el descanso cambió a todo el equipo menos a Kane y a Son, Zidane reaccionó a falta de media hora con Vinícius y Fede Valverde. Quitó del campo a Kroos y a Lucas Vázquez. Después, saltaron al campo Kubo, Odriozola, Isco, Mariano, Seoane y de la Fuente. Sólo Kubo dio miedo. Con todos, intentó cambiar el rumbo del duelo.
Sin embargo, éste no era otro que la derrota del Real Madrid, que ofreció una pobre imagen en su cuarto partido de la pretemporada. De momento, el resultado es preocupante: dos derrotas, una humillación y un empate. Por lo menos, Keylor Navas, salvó el honor. El guardameta costarricense estuvo brillante.