Redacción – La leyenda del fútbol Pelé participó este martes en un acto publicitario con el francés Kylian Mbappé, a quien dijo a la cara que su estilo de juego es el de un brasileño.
«Tu estilo, tu forma de jugar, son latinos, diría brasileños. Una pena que no hayas jugado en el Santos», bromeó la leyenda del fútbol en relación a su exequipo.
El encuentro entre ambos tuvo que retrasarse hace unos meses por una enfermedad del brasileño, pero tuvo lugar este martes en un lujos hotel de París, con más de una hora de retraso pese a tratarse de un acto de una marca suiza de relojes.
El jugador del París Saint-Germain no ocultó su emoción, aseguró estar «cumpliendo un sueño», uno más de los que lleva a sus 20 años, en los que sigue la estela de O Rei.
«No sé lo que es ser una estrella, no creo que yo lo sea. Pero supongo que tiene que ver con el respeto de los otros y eso hay que ganárselo», dijo el francés, que confirmó que en su infancia Pelé era «un icono», pero que su objetivo es «escribir (su) propia historia inspirándose en los más grandes».
Con un Mundial a los 19 años, con récords que le acercan al ídolo brasileño, Mbappé se han convertido en el jugador que más se parece, por precocidad, a Pelé.
Pero como ya hizo durante el pasado Mundial, el brasileño le recordó que él ganó su primer Mundial con 17 años y que ese honor, ese récord, no se lo ha podido robar.
Tampoco el de estar por encima de los 1.000 goles, algo a lo que Mbappé aseguró aspirar «solo si me dejan contar los de los videojuegos».
El francés no sabe donde acabará su carrera. Ya ha conseguido, dijo, más de lo que habría podido soñar de niño y asegura que ahora solo aspira «a seguir trabajando para hacer cuentas al final».
Tampoco Pelé esperaba llegar tan lejos. «Mi única aspiración era ser como mi padre», dijo el astro brasileño, que recordó que su progenitor mantiene el récord de haber marcado cinco goles de cabeza en un único partido.
«Ahora todo es más difícil, el fútbol es más complejo, hay más marcajes, menos espacios, sobre todo para los delanteros», dijo el brasileño que lamentó que los focos apunten siempre a los atacantes y olviden a los defensas y porteros.
El brasileño reivindicó el Brasil de 1970 como «el mejor equipo de todos los tiempos, el más acabado, porque los once eran muy buenos».
Mbappe replicó que su Mundial «ya es eterno» y que luchará por ganar tantos como el brasileño, consciente de que «para eso hay que ponerse en cuestión, no sentarse en el trofeo, trabajar cada día porque siempre hay margen de mejora».
Pelé no quiso señalar al mejor jugador del momento y ninguno de los dos se mojó sobre quien es su favorito para ganar la próxima Liga de Campeones.
Para Mbappé, el brasileño representaba «su calidad de goleador, su elegancia en los movimientos» que, dijo, le inspiraron.
Para el brasileño, el francés, además de «una cabeza asentada», es «imprevisible», algo que diferencia a los buenos jugadores de los grandes.
Lo más duro, dijo, lo tiene por delante porque «cuando los rivales te conocen te lo ponen más difícil».
Mbappé asegura que no se pone límites: «Nunca habría imaginado ganar un Mundial con 19 años, jugar en el Mónaco con 16, protagonizar un traspaso enorme al PSG o poder saludar a Pelé.Toda mi carrera es un sueño, no tengo papel bastante para escribir todo lo que me queda. Vivo al día a día y trato de conseguir lo mejor», aseguró.