Se jugaba el minuto 4 de la final de ida del torneo Apertura y Motagua tuvo la ocasión más clara para vencer a Olimpia, un lanzamiento penal que Agustín Auzmendi falló, bueno que Edrick Menjívar lo tapó.
La jugaba fue polémica, todos los merengues reclamaron que no hubo falta contra Yeison Mejía, pero el árbitro Nelson Salgado dijo sí y empezó el show del guardameta merengue.
Menjívar se quitó los guantes, fue hasta la banca de su equipo, se tomó un bote con agua, dialogó con su preparador de portero, regresó a la portería, se volvió a salir para hablar con el árbitro, hizo la señal que iba a lanzar a ese lado y ganó la partida.
El meta olimpista adivinó donde lanzó Auzmendi y evitó que el delantero marcara el gol a favor de Motagua.
Con su juego mental, Menjívar evitó el gol azul que pudo representar el adiós invicto merengue.
Además, provocó que Auzmendi se convierta en el villano de la final de ida del torneo Apertura.
Al final de los 90 minutos, Motagua y Olimpia empataron sin goles en el estadio Nacional de Tegucigalpa.
La vuelta será el jueves a las 7:00 de la noche en el estadio Nacional de Tegucigalpa, solo uno podrá levantar la Copa.
