Otra vez, Max Verstappen. Cambiaron los neumáticos a mitad de temporada, en la carrera anterior, y ello pudo dar alas a McLaren y Mercedes en el grupo perseguidor. Pero no las suficientes como para poder con un Red Bull que sigue siendo muy superior con el líder del campeonato al volante. Max Verstappen ganó el GP de Hungría de F1 por delante de Lando Noris (2º) y ‘Checo Pérez (3º). El neerlandés logró su 7ª victoria consecutiva en la F1, su mejor racha en la F1, igualando las 7 seguidas logradas por Alberto Ascari (entre Bélgica 1952 y Argentina 1953), Michael Schumacher (entre Europa y Hungría en 2004) y Nico Rosberg (entre México 2015 y Rusia 2016). Es ejemplo de un dominio enorme que parece no tener fin.
Max está aprovechando a la perfección un coche que se adapta ala perfección a su estilo agresivo de pilotaje. Con él a bordo, el Red Bull vuela. Es un avión. Sus 9 victorias de 11 posibles, junto a las dos que logró al inicio Pérez, hicieron que Red Bull igualase el mejor comienzo de campeonato de un equipo en toda la historia, el de McLaren 1988 y, contando el triunfo de Abu Dhabi el pasado año, Red Bull conquistó 12 carreras seguidas, récord absoluto. Los datos hablan por sí solos. También lo ocurrido este domingo en un Gran Premio en el que se esperaba mucha más emoción de la que hubo finalmente.
Lo visto este domingo debe poner aún más en valor lo hecho por Fernando Alonso al inicio de curso, el único capaz de poner en discusión los triunfos de Red Bull en Mónaco. Estavez, en el Mónaco sin muros, con Hamilton partiendo desde la pole, el inglés, pese a tener menor ritmo, podía tratar de presionar al neerlandés. Para ello, era esencial ejecutar na carrera perfecta y la salida asumía un papel aún más fundamental. Si mantenía la primera posición, Lewis podía hacerse ancho en el trazado magiar como hizo Alonso con el inglés en 2021 al volante de un Alpine mucho más lento.
Para ello, debía arriesgar. Debía bordarlo y ser agresivo. Muchos eran los que dudaban si ambos pasarían por la primera curva sin tocarse debido a su enorme rivalidad y los muchos precedentes que hay entre ambos. Pero Hamilton privó al espectador de esa batalla, por lo menos de que hubiera una lucha inicial. El inglés se desinfló en el minuto 0. Salió mal y Max se hizo con el liderato. A partir de ahí, el neerlandés saludó a todos y se marchó hacia la victoria a una mano, sin rival, sin oposición ni la presión de nada.
Quedaba la duda de si McLaren podía intentarlo. Piastri sorprendió a todos con una enorme salida, del 4º al 2º pasando a Norris y a Hamilton con un gran exterior sobre el 7 veces campeón en la curva 2. Pero el rookie australiano no pudo nunca poner en apuros al actual rey. McLaren intentó una contraofnsiva con un ‘undercut’ en boxes entre sus pilotos. Norris pasaba as er 2º, pero ya era tarde. No podía aspirar a dar caza a Max y debía priorizar mirar los espejos. ‘Checo’ Pérez, que salía 9º, estaba volando con una gran remontada, pasando uno a uno a sus rivales con mucha agresividad y sin dudar lo más mínimo. Con el mejor coche, volvió a rendir el domingo. Pero finalmente, no pudo hacer nada para alcanzar a Lando, que sumó otra buena segunda plaza terminando a 25″ de Max. Parece que Verstappen salió ganando con el cambio de liderato en la zona perseguidora, sin Fernando apretando en busca de un error.
Alonso, 9º
No fue el mejor fin de semana para los pilotos españoles. Simplemente, no había más en sus coches. Aston Martin llegaba a Hungría con optimismo. El Hungaroring era uno de los trazados que el conjunto verde tenía marcado en rojo desde el inicio de curso porque se debía adaptar a la perfección a su coche. Pero el coche de Silverstone ya no es mejor que muchos de sus rivales, que han progresado. Ha pasado de ser el segundo mejor monoplaza, a ver como McLaren y Mercedes le pasaran. También Ferrari, aunque por menos. Aston Martin ha desarrollado menos su monoplaza y el resto aprovechó su mayor músculo en fábrica. Al estancamiento en evolución y la mejora de sus rivales, hay que unirle el cambio de carcasas de neumáticos a mitad de temporada, una modificación que ha perjudicado al monoplaza de Silverstone.
Así, de soñar con la victoria 33 de Alonso, se pasó a la cruda realidad el sábado con la 8ª plaza de Fernando en clasificación. Y en carrera, el asturiano, pese a que lo intentó con todo, no pudo hacer más que terminar en la 9ª plaza. Ganó un puesto en la salida y maximizó el rendimiento de su monoplaza , pero no pudo hacer nada para contener a ‘Checo’ Pérez (3º), con coche muy superior, y a George Russell (7º), en plena remontada con una gran estrategia.
Carlos Sainz finalizó 8º. Realizó una gran salida partiendo desde la 11ª posición. Ganó 6 plazas en los primeros metros para colocarse en la 6ª posición por detrás de Charles Leclerc. Pero la estrategia del equipo no se entendió. El español arrancaba con la goma blanda y podía optar a una estrategia distinta a Charles. Pero cuando se pegó tras el monegasco, no le dieron prioridad y no pudo aprovechar su mejor goma de inicio para atacar al máximo. Sin embargo, en las paradas a boxes, Ferrari se equivocó en la parada de Leclerc, perdiendo unos valiosos segundos con un cambio de pistola, lo que dejaba a Charles por detrás. En la segunda parada de ambos, le devolvieron lo perdido a Charles parándolo antes que a Sainz pese a que Carlos estaba por delante.
Así, Leclerc le hizo un ‘undercut’ a su propio compañero en boxes y Charles recuperó plaza, pero lo hizo excediendo el límit de velocidad del pit lane y ganándose una penalización de 5 segundos. Ni el monegasco ni el español pudo contener a Pérez ni a Russell y finalmente, Sainz terminó a 5″7 de Charles, lo que no le permitía aprovechar la sanción e su compañero para ganar plaza. Leclerc fue 7º y Sainz, 8º. Nada que hacer para un Ferrari que sigue sufriendo en circuitos de goma con elevadas temperaturas. Sufrió en Silverstone, pista rápida, y en Hungría, pista lenta. McLaren y Mercedes están por delante.