Redacción – El delantero argentino Mauro Icardi demandó al Inter de Milán por haberlo excluido de su proyecto deportivo y por presuntamente impedirle participar en la totalidad de las actividades diarias del equipo, además de pedir un reembolso del 20 por ciento de su sueldo anual por los perjuicios sufridos.
El delantero argentino reclama al club lombardo por haberlo dejado fuera de varias actividades del plantel y exige una compensación económica.
Icardi envió al Inter de Milán una demanda en la que recopila las supuestas injusticias sufridas en el club, como la imposibilidad de participar en los entrenamientos tácticos o la obligación de trabajar con los técnicos de los juveniles, según revela este sábado el diario italiano La Gazzetta dello Sport, que adjunta fotos de las peticiones del argentino.
Según la demanda redactada por el abogado Giuseppe Di Carlo, Icardi, que tiene contrato en vigor con el Inter hasta 2021, también fue excluido del grupo de mensajes en el que se comunican los horarios de los entrenamientos y de las actividades diarias del club.
Entre las otras supuestas injusticias en el trato se menciona la pérdida del brazalete de capitán, entregado el pasado febrero al meta esloveno Samir Handanovic, y del dorsal número 9, que el club dio al recién fichado belga Romelu Lukaku.
Icardi, en el Inter desde 2013, fue excluido públicamente del proyecto deportivo del club para la presente campaña al comienzo de la pretemporada, en julio, por el consejero delegado, Giuseppe Marotta, y el técnico, Antonio Conte.
El club pidió a Icardi, tal y como al belga Radja Nainggolan, quien ya se fue al Cagliari, que buscaran una salida por el bien de las dos partes, pero el delantero rosarino se plantó y rechazó todas las propuestas recibidas hasta este momento.
A falta de dos días para el cierre del mercado, el rosarino presentó al club una demanda cuyo objetivo oficial es ser reintegrado en la plantilla y ser pagado por los perjuicios que esta situación le causó.
La decisión del Inter de quitar el brazalete de capitán a Icardi el pasado febrero se debió a una serie de actitudes poco profesionales del jugador que hicieron imposible la convivencia en el vestuario, según informaron en esos momentos los directivos y el entonces entrenador, Luciano Spalletti.
El propio Spalletti llegó a perder la calma en el tramo final de la última temporada y arremetió contra el argentino, al asegurar que se negó a vestir la camiseta del Inter sin ser el capitán, algo que, opinó, le parecía una falta de respeto intolerable hacia la entidad.
«Hemos hecho todo de la manera más correcta posible y seguiremos de esta forma. No hay problemas en el vestuario. Hace ocho meses que se habla de esta situación y yo no quiero entrar en esto. Solo quiero estar concentrado en mi trabajo», zanjó este sábado el nuevo técnico interista Antonio Conte, en la rueda de prensa previa a la visita al Cagliari.