Redacción – El River-Boca en la vuelta de la final de la Copa Libertadores ya está listo. Argentina, paralizada tras el primer duelo, aguarda expectante para conocer el desenlace de este trepidante duelo no apto para cardíacos donde todo sigue abierto tras el empate (2-2) de la ida en La Bombonera.

La tensión se masca en el ambiente horas antes del Superclásico más decisivo de la historia y que coronará a Boca o River como el nuevo campeón continental.

La rivalidad entre uno y otro equipo se hace evidente cada vez que se ven las caras sobre el terreno de juego, aunque para conocer el origen de todo ello hace falta trasladarse al barrio de La Boca. Allí, junto al Riachuelo, nacieron los dos clubs más laureados de Argentina y una rivalidad acérrima que aún perdura.

A principios del siglo XX, Boca y River vivieron sus primeros años junto al puerto natural de la ciudad, uno de los puntos donde desembarcaban la mayor cantidad de inmigrantes, muchos de ellos italianos.

En la primera década de ese siglo ya se estaba empezando a notar la rivalidad ‘barrial’ entre estos dos equipos, caracterizada mayormente por la caballerosidad y el respeto por el otro. Con el paso de los años y las décadas, ésta se fue tornando en una rivalidad más tensa, incluso violenta, y en una de las más icónicas del mundo.

El primer choque oficial se produjo el 24 de agosto de 1913. Antes Boca y River se habían visto las caras en varias ocasiones, pero en aquel partido -vencido por los franjirrojos por 2-1- este derbi se convirtió en algo más que un partido.

Barullo en el primer Superclásico liguero

El Superclásico de 1931 cobró una nueva dimensión al ser el primero de la primera liga profesional en Argentina. El duelo fue escandaloso por el tremendo ambiente en las gradas y las airadas protestas de los jugadores de River, que obligaron al árbitro a suspender el partido a los 25 minutos de juego.

Tres jugadores franjirrojos fueron expulsados, pero se negaron a abandonar el campo, por lo que el encuentro fue ganado en los despachos posteriormente por Boca.