Redacción – Mientras Marc Márquez pilotaba en otra liga muy diferente al resto en el GP de Argentina de MotoGP, gominando la carrera de principio a fin sin rival que le pudiera plantar cara, Jorge Lorenzo sufría. No sería realista ni justo realizar comparaciones entre ambos todavía debido a que Jorge tiene aún que adaptarse a una moto nueva para él y sobre todo, por la fisura de costilla con la que corrió en la primera cita de Qatar y que también le impidió estar al máximo en Termas de Río Hondo, además de la lesión que ya sufría en pretemporada y que le hizo perderse los primeros test de este año en Sepang. Y si a ello le sumamos que Lorenzo sufrió problemas con el embrague en la primera carrera del curso y que este domingo, según el propio piloto, se le activó el limitador de velocidad en la salida de la carrera, las cosas es normal que fueran mucho peor. De todo ello hablaba tras conseguir la 13ª posición en Termas un Lorenzo que no estaba para nada contento con sus resultados. “Estoy decepcionado porque parece que cuando estás mal, tienes más problemas”, dijo el balear. A perro flaco, todo son pulgas. Y en este caso, el dicho le va como anillo al dedo al mallorquín.
“Es increíble porque en Qatar tuve un problema con el embrague, aquí con el limitador de velocidad, que parece que lo aprieto inconscientemente porque recuerdo haber apretado el botón de arranque pero de repente la moto… las revoluciones bajan como si no tuviera combustible y no sabía lo que estaba pasando pero parece que el limitador de velocidad del pitlane estaba encendido y la moto no arrancó, así que todo el mundo me adelantó. Quedé en la última posición de nuevo como en Qatar”, reveló el balear, que tuvo que remontar, ya sin opciones de acercarse a la cabeza de la carrera, y poco a poco, sufriendo también problemas de neumáticos debido al esfuerzo extra que tuvo que realizar al inicio para ganar las posiciones perdidas.
“Cuando empecé a recuperar posiciones sentí que me faltaba un poco de goma en el manillar del lado izquierdo, que se estaba saliendo, se salía y se salía y estaba sin goma en mi mano izquierda. Así que no tenía nada de agarre, estaba todo mal”, añadió Jorge, lamentando lo sucedido en un día para olvidar para él.
“Ha sido una carrera muy difícil para recuperar posiciones. El agarre de la pista estaba muy mal después de la carrera de Moto2 y con mucho calor, así que fue como una pesadilla. Al final tuve suerte, porque Viñales y Morbidelli chocaron, logré algunos puntos más pero estoy decepcionado porque parece que cuando estás mal, tienes más problemas. Esperemos que en el futuro no vuelvan a suceder este tipo de cosas, cosas extrañas y desafortunadas”, agregó Jorge, recordando que antes de la carrera había mejorado sus sensaciones encima de la moto.
“Estaba muy contento en el warm up porque probamos algo en la moto que mejoró mucho mis sensaciones y fui tres décimas, medio segundo más rápido, pero en la carrera, con estas condiciones más calurosas y los problemas inusuales, no pude obtener el potencial”, expresó, esperanzado en mejorar en las próximas citas y sin perder el foco en el progreso que está buscando a lomos de la Honda.
“Por fuera parece que busco excusas, pero es increíble lo que está pasando, lo único bueno es que hemos terminado la carrera. En Qatar 13º, aquí 12º. Son posiciones muy malas pero tenemos que mirar hacia adelante, olvidar lo que pasó y estoy seguro de que tarde o temprano tendremos más suerte”, concluyó.