Ganó la primera carrera con polémica final, vio como Verstappen le respondía en Imola, y este domingo, en el GP de Portugal de F1, le tocaba mover ficha a él. En el tablero de Portimao, Lewis parecía quedarse sin torres y alfiles al inicio de la partida lusa, viéndose superado por Verstappen en la resalida de un ‘safety car’ inicial.
Pero como los grandes campeones, desde la tercera plaza, con un temple digno de los mejores felinos, se rehizo rápidamente barriendo a sus adversarios como el auténtico rey de este juego.
Lo es desde hace años, con un dominio solo cuestionado por Rosberg, que le arrebató el título en 2016. Desde entonces, con un coche muy superior, su compañero Bottas nunca estuvo a la altura. Lo volvió a dejar claro Hamilton este domingo.
Las cosas no cambian para Valtteri, que por mucho que se aísle en su Finlandia natal y repase mentalmente sus errores en una sauna en plena naturaleza, por mucho que quiera, jamás tendrá la clase de Lewis. Valtteri no puede sentarse en la misma mesa en la que come el campeón, que este año sí puede acabar con aquellos que decían que solo ganaba títulos porque pilotaba un Mercedes sin rival.
Este curso sí tiene un fuerte aspirante, con su mismo hambre, lleno de talento y el desparpajo de un chico de 23 años que quiere comerse el mundo. Pero para llevarse a la boca el planeta, Hamilton se está encargando de que Verstappen empiece a digerir que todavía necesitará más cosas que su enorme ambición para ganarle la partida.
Este domingo, Lewis Hamilton ganó el GP de Portugal de F1, su victoria número 97 en la Fórmula 1, que le sirvió para mostrar al neerlandés que lo tendrá muy complicado para conquistar el ansiado título.
El resurgir de Lewis
En la vuelta 6, todo parecía de cara para Verstappen. Era segundo, yendo a por Bottas con un ritmo superior tras superar al británico con un espectacular adelantamiento por el exterior. Pero el 7 veces campeón, con sangre de horchata, lejos de ponerse nervioso tiró de experiencia. Cargó baterías durante un giro y se cocinó a fuego lento una enorme pasada a Max.
El campeón ponía en su sitio al aspirante e iba a por su compañero. No tardó en alcanzarle, poniéndole presión con su aliento, justo detrás. Y cuando vio la ocasión, evidenció su superioridad ante Bottas con un adelantamiento por el exterior de la curva 1 en la que le quitó las pegatinas al nórdico. Lo dejó helado. Sin palabras. Lewis asumía el liderato y dejaba las fichas colocadas a la perfección para buscar cantar el jaque mate ante Max.
Bottas, tapón a Verstappen
Tras haber devuelto a la tierra a Valtteri, de nuevo en su posición natural de escudero, el nórdico tuvo que por lo menos ganarse el aplauso de los suyos cumpliendo su función principal, la de tapón y estorbo de Verstappen. Eso sí que lo hizo a la perfección. Max, ni con desatascador podía con aquella pesadilla. El neerlandés estaba impotente ante el ritmo de Valtteri, sin poder pasarle, viendo como sus opciones se quemaban mientras Hamilton apretaba para sacar provecho con un gran ritmo. Lewis sacaba a pasear su martillo y Verstappen no podía hacer otra cosa que pasar a la acción con la estrategia. Paró cuando pudo para poner la goma dura y completó un buen ‘undercut’ sobre Bottas teniéndolo que pasar en pista.
Valtteri, al salir de boxes, con goma fría, derrapó y le entregó la segunda plaza a un Max que parecía ver la luz al final del túnel.
Se había deshecho de la muralla, ya había entrado en el fortín de la segunda plaza e iba a por el sillón del rey. Ahí empezó una auténtica batalla de cronos, dos relojes suizos cara a cara que se jugaban la victoria con sus ritmos. Pero con dos coches tan parejos y un Hamilton intratable, Verstappen no pudo hacer nada para acercarse.
Portugal, el país en el que Senna logró su primer triunfo, vivió una exhibición de otro de los grandes, un Hamilton que le hizo el mejor regalo en forma de triunfo al brasileño el día después que se cumplieran 27 años de su muerte.
Todo punto cuenta
El Mundial de este año está tan reñido, que cada punto cuenta. Mercedes gana, pero ya no es lo mismo. Ahora, Lewis solo tiene 7 puntos de ventaja sobre Max y el equipo solo aventaja en 16 puntos a Red Bull en Constructores. Lo sabe Verstappen, que con la segunda plaza asegurada y el regalo que le hizo Mercedes al final al meter a Bottas de nuevo en boxes en busca de la vuelta rápida, lo aprovechó para ir a por ese punto extra. El neerlandés puso los blandos al final y marcó la vuelta rápida en el último giro de carrera. Aunque tras la carrera, se la anularon por haber excedido los límites de pista en la curva 14, entregándole ese punto a Bottas. En el parque cerrado, se bajaba del monoplaza para darle la mano a su rival, al que quiere seguir retando hasta el final del año.
Esto no ha hecho más que empezar. 8 puntos entre dos aspirantes. Ahora, la pelota está en el tejado de Max de cara al GP de España de F1 2021 de la próxima semana, el lugar donde el neerlandés logró su primer triunfo y se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar en la F1. Ahí, todos le veían como futuro campeón. Este año regresa como claro contendiente.
Alonso, remontada; Sainz sufre
Si en clasificación Carlos Sainz fue la cara y Alonso fue la cruz, en la carrera de este domingo, ambos pilotos se intercambiaron los papeles. El ovetense, que arrancaba 13º, realizó una enorme remontada. Ya lo avisaba el sábado: “Los puntos se dan el domingo y evitar las gomas rojas de inicio es una buena táctica”. La llevó a cabo a la perfección con un stint muy largo (de 42 giros) con el neumático medio. Ello le permitió adelantar dos posiciones tras un arranque complicado en el que bajó a las 14ª plaza. El español salía de boxes en la 11ª posición, y con goma más fresca, iba a por los puntos. Los logró con un buen ritmo final. Superó a Sainz, Gasly y Ricciardo sin contemplaciones y se hizo con una buena octava posición. Acabó 8º a solo 1 segundo de Ocon, que arrancaba 6º y terminó 7º. El asturiano, que hace dos semanas decía que tenía aún mucho que mejorar, hoy sí maximizó el rendimiento de su coche. Vuelta tras vuelta, el mejor Fernando va a regresar.
Por su parte, Carlos Sainz vivió un día duro al volante del Ferrari. Arrancando quinto con la goma blanda, sabía que iba a sufrir en la estrategia. Y así sucedió. Empezó con un buen arranque, pasando a Pérez en los primeros metros para ponerse cuarto. Pero un ‘safety car’ en la vuelta 2 cortó su progresión. En la resalida, Carlos no se pegó a los tres primeros y Pérez, con un coche superior, no tardó en pasarle. Perdió en ese instante también plaza con Norris para ser 6º. A partir de ahí, debía gestionar gomas para alargar al máximo su parada, pero terminó siendo el primero en pasar por boxes para atacar la quinta posición de Norris con un ‘undercut’. Pero ello le condenaría al final de la cita, sufriendo muchísimo con sus neumáticos desgastados. Ahí empezó a perder fuelle, quedándose sin puntos en los instantes finales. 11º sufrido para Carlos, que se marchó sin premio de Portimao.