La invasión de las fuerzas rusas en territorio ucraniano despertó repercusiones diversas de manera directa al mundo del fútbol. Desde la mudanza de la final de la Champions League (de San Petersburgo a París), hasta la descalificación de los seleccionados nacionales rusos (la federación acudió al TAS) y la detención del torneo de Ucrania. Pero la pelota en la Premier League rusa continúa rodando, aunque a la brevedad podría perder a algunas de sus principales figuras: la FIFA y UEFA podrían determinar que los futbolistas extranjeros que militan en la liga de ese país sean liberados sin posibles consecuencias.
Según pudo averiguar Infobae, FIFA, FIFPRO (el sindicato mundial de futbolistas profesionales), ligas, asociaciones de clubes y otras partes interesadas están evaluando la posibilidad de darle la carta de libertad a los jugadores que militan en la liga rusa para que puedan continuar con su trabajo en otras latitudes. Una decisión similar podría caber para aquellos que están bajo contrato de clubes ucranianos, teniendo en cuenta que hoy en día el campeonato, lógicamente, está suspendido.
Si esto finalmente se confirma, unos 150 jugadores que se desempeñan en las principales divisiones del fútbol ruso tendrían vía libre para rescindir sus respectivos contratos amparados en el fuego abierto en esa zona. La devaluación del rublo (moneda rusa) y el hecho de que los clubes sean en su gran mayoría estatales o de autoridades locales, además de la constante sensación de peligro y vulnerabilidad que muchos de ellos atraviesan, son las principales causas de la medida que podría hacerse oficial en el corto plazo.
Es decir que frente a este panorama la Premier League rusa no se detendría, pero los futbolistas extranjeros que deseen poner fin al vínculo con su respectivo equipo, podrá hacerlo sin restricciones o sanciones. Y, por consiguiente, contarán con la aprobación de la UEFA -a instancias de FIFA- para firmar en otro club independientemente de la apertura y cierre de los mercados. Más allá de este plan que se evalúa, las repercusiones del ataque militar ruso ya empiezan a verse: el defensor ucraniano Yaroslav Rakitskiy rescindió con el Zenit y los entrenadores alemanes Markus Gisdol y Daniel Farke dejaron sus cargos en entidades de ese país.
Las autoridades de la FIFA y la UEFA se mueven con celeridad ya que buscan la aprobación urgente de esta determinación. Como todavía existe libre paso aéreo hacia Estambúl (Turquía) y Belgrado (Serbia), precisan adelantar los protocolos y la burocracia al evaluar que esa vía de circulación y escapatoria podría cerrarse en el corto plazo (muchos países europeos ya cerraron su espacio aéreo a aerolíneas y vuelos provenientes de Rusia). Marcharse en vehículo terrestre, con la extensa longitud de las carreteras y el extremo peligro de las balas, sería altamente riesgoso.
En suelo ruso, los jugadores extranjeros son cautelosos y por el momento casi ninguno hizo referencia pública a la cuestión bélica y la posible partida de la Premier League. Sin embargo, muchos están en contacto permanente con la embajada de su respectivo país para conocer los pasos a seguir, según detalló el diario croata Jutarnji List. Tienen claro que el panorama es desalentador: de un momento a otro pueden llegar a complicarse los pagos de sus contratos y temen que exista alguna represalia del ejército ucraniano en Rusia.
El conflicto bélico no impactó por el momento en territorio ruso. No hay clima hostil, sirenas, tiroteos o bombardeos, tal como sucede en Kiev y buena parte de las cuidades ucranianas bajo el asedio de los militares rusos. Aunque preocupa la devaluación y muchas empresas rusas atraviesan un desequilibrio por el corte del lazo con el exterior. Hay preocupación por el futuro. Por ejemplo, el futbolista francés Remy Cabella, que milita en el Krasnodar, viajó a su país natal y no volvió a Rusia por recomendación de la embajada.
Algunos de los sudamericanos que figuran en plantillas de equipos rusos son el argentino Lucas Masoero (Nizhny Novgorod), los colombianos Wilmar Barrios (Zenit), Jorge Carrascal (CSKA Moscú), Jhon Córdoba (Krasnodar), Dilan Ortiz (Ufa) y Mateo Casierra (Sochi), los brasileños Santos Douglas, Wendel, Claudinho, Malcom, Yuri Roberto (Zenit), Bruno Fuchs (CSKA Moscú), Pablo (Lokomotiv), Ayrton (Spartak de Moscú), Bruno Viana (Khimki) y Rodrigo (Sochi), los uruguayos Guillermo Varela y Diego Laxalt (Dinamo Moscú) y los ecuatorianos Christian Noboa (Sochi) y Cristian Ramírez (Krasnodar).