Federer sufrió mucho, pero una lesión de Mannarino le salvó y avanzó en Wimbledon

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La suerte se alió este martes con Roger Federer, aunque está claro que es uno de los tenistas que más se la merecen. El suizo lo pasaba fatal ante Adrian Mannarino, que le puso contra las cuerdas al adelantarse por dos sets a uno, cuando el francés sufrió una aparatosa caída en la parte final del cuarto set que le obligó a retirarse con problemas en la rodilla derecha. Iba camino de hacer el partido de su vida ante uno de los mejores de la historia (no lo había conseguido en sus seis anteriores duelos), pero sus ilusiones se truncaron, mientras que el ocho veces campeón de Wimbledon, apesadumbrado por lo que le había ocurrido a su compañero, al mismo tiempo, respiraba aliviado. Así las cosas, Federer (39 años) venció por 6-4, 6-7 (3), 3-6 y 6-2 en 2:44 y en la segunda ronda se medirá con otra francés, Richard Gasquet.

Durante unos cuantos minutos, sobrevoló por la central del All England el fantasma de una posible eliminación a las primeras de cambio que no tiene que lamentar el helvético desde Roland Garros 2004. De hecho, sólo le ha ocurrido cinco veces a lo largo de su carrera, dos en el torneo francés y, curiosamente, otras tres en el británico, aunque todas ellas fueron en los primeros seis años de su carrera, entre 1999 y el citado 2004. Roger había estado ágil, fino y rápido en el primer parcial, con movimientos que invitaban al optimismo. Sin embargo, en los dos siguientes se diluyó poco a poco, al tiempo que crecía el juego de un Mannarino (33 años y 41ª del mundo) que sólo ha ganado un título en su carrera, y fue sobre hierba (Hertogenbosch 2019).

Seguro, consistente y con un golpeo sólido y preciso, el galo maniató a un Federer sin respuesta, que reaccionó para evitar la debacle en un cuarto set que dominaba con claridad cuando llegó la desafortunada caída de su oponente. Cosas del césped. El de Basilea jugó agresividad y sacó bien (54 winners, 16 aces), pero también falló más de la cuenta (45 errores no forzados). Mucho tendrá que mejorar si quiere llegar lejos este año en su torneo preferido, sobre todo en confianza y control de la situación. Su enorme calidad le empuje en situaciones como las que vivió este martes y podría haber ganado incluso ante un Mannarino sano. Otra cosa será cuando lleguen las primeras curvas, ante contrincantes de verdadero fuste. Ahí tendrá que acercarse a su mejor versión si quiere prolongar la magia.