Redacción – El defensor de Olimpia, Esteban Espíndola con llanto en rostro no ocultó el dolor que sintió al perder la final contra Motagua.

“Uno trata de expresar lo que a uno le enseñaron, mi familia me enseñó a luchar y siento un poco de injusticia y la importancia hace que uno se quiebre, en la vida, el futbol, en la vida hay cosas más difíciles y el futbol es lo más importante o lo menos importante”, dijo.

Agregó “pero cuando hay tantas cosas en juego, veníamos con una carga emocional por lo del presidente, la gente, mi familia en la tribuna y yo estaba ilusionado con regalarle un triunfo, regalarles esta copa, pero hay que levantarse, hay que entender que Olimpia es grande y llegamos hasta el final y la tristeza es esa, haberse vaciado  y no nos quedamos con nada”.

Espíndola expresó que desde su punto de vista merecían más, pero que le da orgullo ver la cara de mis compañeros que dejaron el alma todos y no hay nada que reprocharse”.

Sobre la hinchada del albo, el defensor argentino expresó que “ver la hinchada me emociona mucho porque uno también se ilusiona y uno sabe lo que se siente porque yo antes de ser futbolista, también era hincha, no de Olimpia pero si de otro club y se lo que se siente perder, tener ilusiones pero somos hombres y hay que levantarse”.

Cerró diciendo que “la vida no siempre son caricias y uno de los cachetazos y de estos golpes, sale más fuerte, siempre revancha, la vida siempre da revancha. Ya estoy sintiendo bastante el escudo del equipo”.