El Salvador empató 1-1 ante Corea del Sur gracias a un cabezazo en el último suspiro de Alexander Roldán en una de las pocas ocasiones que generaron los centroamericanos, que llegarán con muchas dudas a su debut en la Copa de Oro dentro de seis días.
Desde los primeros compases quedó claro que Hugo Pérez, que alineó un 4-5-1 con tan solo Brayan Gil en punta, quiso ceder la batuta a los asiáticos y que su equipo esperara ordenadamente para aprovechar una transición o un despiste.
Así llegaron las mejores oportunidades salvadoreñas en la primera mitad; un disparo que pifió Orellana tras un pase terrible de Seol en su propio área y otro de Christian Martínez desviado a córner tras una jugada mal resuelta en defensa por los surcoreanos.
Los del alemán Jurgen Klinsmann, que venían de perder por 0-1 ante Perú el viernes, no tuvieron otra alternativa que llevar el peso del juego, con Lee Kang-in de nuevo muy activo y tratando de erigirse en líder.
Pero tan desacertado estuvo el del Mallorca, que buscó sin éxito hasta tres veces la puerta Romero en el primer tramo, como el resto de sus compañeros, a los que les costó generar superioridades.
Cuando sí lo hicieron los coreanos fallaron en los detalles, gafando últimos o penúltimos pases en un pasto que la lluvia dejó muy rápido.
La primera gran ocasión local la tuvo Cho Gyu-song con un cabezazo que acarició el poste derecho de Romero, al que los asiáticos lograron exigir en un par de ocasiones antes del receso.
El segundo tramo parecía que iba a seguir el mismo guión, pero a los cuatro minutos, Hwang Ui-jo, al que Klinsmann dio la alternativa por un hoy instrascendente Lee Jae-sung, mezcló paciencia y precisión para voltearse tras controlar un envío de Hwang Hee-chang y batir a Romero por su palo corto.
La veteranía, que ha escaseado entre los coreanos por la ausencia de su capitán Son Heung-min y de sus centrales titulares, resultó clave para abrir el cerrojo salvadoreño.
Pérez trató de sumar más activos en ataque dando entrada a Mayer Gil por Menjívar y suyo fue el primer disparo a puerta de la Azul y Blanco cumplidos 65 minutos de juego.
Pero la dinámica del partido siguió en manos de los surcoreanos, de nuevo desacertados en los últimos metros, incluso con la entrada a falta de 20 minutos de su capitán Son, al que aún se vio renqueante tras su operación para tratarse de pubalgia.
Con el encuentro en apariencia decidido y los salvadoreños apenas habiendo sumado un 26 % de la posesión, una falta lejana desde la derecha sacada por Jairo Henríquez, que acababa de saltar al campo, encontró a Alexander Roldán, quien orientó bien la pelota girando el cuello para lograr el empate en el 87.
Este tanto en el último suspiro sirve a El Salvador para no cerrar su gira asiática sin goles tras el duro correctivo del jueves ante Japón (6-0), pero no disipa dudas a seis días de su debut en la Copa de Oro ante el ganador del Martinica-Puerto Rico en Fort Lauderdale.
A su vez, el resultado deja en una situación algo delicada a Klinsmann, que en los cuatro amistosos que lleva dirigidos apenas ha logrado sumar dos empates.
