Redacción – Novak Djokovic estaba al borde de un ataque de nervios en Roland Garros, en profunda crisis porque la lesión de codo y sus propias dudas personales le estaban dejando lejos de su nivel de leyenda del tenis.
De repente, en Wimbledon apareció lo que tanto estaba buscando. Ganó el torneo, también después el US Open y recuperó el nº 1 mundial, que arrebató a un Rafa Nadal lesionado y con quien coincide estos días en la exhibición de Abu Dhabi, el Mubadala Tennis World Championship.
“Han sido 12 meses muy emocionantes. El año pasado aquí mismo todavía tenía la lesión del codo que acabó en cirugía”, dijo Djokovic, que pasó por el quirófano en febrero.
“Estoy agradecido de que esta temporada me haya enseñado mucho sobre mí mismo como jugador de tenis y como persona. Realmente tuve que tocar fondo para darle la vuelta a la situación”, recuerda ‘Nole’, que atesora 14 coronas de Grand Slam.
Debutará este viernes día 28 en Abu Dhabi contra Dominic Thiem o Karen Khachanov, pero él tiene sus propios objetivos, según comenta: “Siento que no estoy priorizando el éxito en la cancha de tenis por el éxito en sí como solía hacerlo hasta hace aproximadamente cinco años”, dijo Djokovic, que va más allá. “Para mí, el tenis es más una plataforma ahora para otras cosas, para los valores que quiero compartir y los mensajes que quiero transmitir a los jóvenes”.