Redacción – Un Atlético-Huesca, en que los primeros no podían fallar y los segundos querían dar la sorpresa. Y se cumplió la lógica. Porque los rojiblancos salieron a resolver el partido desde el pitido inicial (el sábado hay derbi), y fueron un rodillo para los aragoneses en la primera parte, en la que todo quedó resuelto con un 3-0 (goles de Griezmann, Thomas y Koke).
Simeone salió con lo anunciado por este diario, pero con novedades en el once. Porque Saúl, Lucas y Rodrigo se quedaron en el banquillo. Y Carlos Isaac, que dio descanso a Juanfran, y Thomas, formaron de inicio. Correa, Lemar, Griezmann y Costa para el gol ante un recién ascendido que se estrenaba en Primera, en el Metropolitano, pero que de la mano de Leo Franco salió valiente al césped, con dos delanteros.
El Atlético saltó al césped decidido a resolver pronto. Mandó desde el minuto 1 y metió al Huesca en su área. Mucha diferencia en calidad y en intensidad. El gol era cuestión de tiempo. Tuvieron un par de ellas los del Cholo, pero no fue hasta el 16’ cuando Griezmann haría el primero. Correa, en una gran acción individual, dejó solo a Costa ante Werner. El delantero, con muchos meses de sequía a cuestas, decidió lo mejor, dejarla de cara a Griezmann, que sólo tuvo que empujarla. Sin egoísmo. El equipo, lo primero.
No bajó el ritmo el Atlético, que sabía lo que quería. Buscó el segundo. Lo intentó Carlos Isaac, muy activo y acertado, y también Thomas con un disparo desde fuera del área. Falló la primera vez, con la izquierda. A la segunda, sacó un derechazo imposible para Werner. Golazo del ghanés en su regreso al once varias citas después. Y recurso ideal y necesario ante una defensa cerrada.
Una aproximación de Gallar fue lo único destacable del Huesca en el primer acto. El resto, nada. Y el Atlético seguía a lo suyo. Quería el tercero. Y lo encontró casi sin quererlo. Porque Koke la metió para Correa, que no llegó a tocar el balón pero sí despistó a Werner, y fue para dentro. El árbitro había anulado la jugada por fuera de juego, pero el VAR dijo que no. 3-0 en el minuto 33.
El guión pensado y soñado por el Cholo e interpretado por sus jugadores. El lunar, la lesión de Giménez, que estaba a gran nivel en las últimas semanas, antes del descanso. Con tanto gol se pasó analizar lo bien que lo hacia Lemar entre líneas. Y Griezmann, La seriedad y salida de balón de Koke y Thomas en el medio, O Lo sobrados que iban los centrales. Un dato: ni una falta del Atlético.
Tras la reanudación, todo iba igual. El Atleti seguía presionando la salida de balón del Huesca y buscando el cuarto. Lo que se demanda en el Metropolitano y en la crítica, aunque en esta ocasión, con un 3-0 sí se podía contemporizar. En el 53’, Simeone quitó a Griezmann pensando en el Bernabéu y metió a Kalinic. Se relajó un poco el Atlético. Normal. Y Ávila, que había entrado poco antes, pudo marcar por el exceso de confianza de la zaga colchonera.
¡Y entró Gelson! Por Diego Costa. Minutos para el portugués y con viento a favor para coger confianza. Pero el Atlético había bajado una marcha. O dos. O tres. No hacía fala forzar para mantener el resultado, aunque eso permitía al Huesca sentirse un poco protagonista. Tuvo una con Ávila tras un despiste de la zaga, pero falló. Y otra después, pero Oblak, en la segunda vez que aparecía en las cámaras, intervino para dejar su puerta a cero. Gelson, en una contra en el descuento, pudo hacer el cuarto, pero esta vez sí, Werner demostró su calidad.
Estaba visto para sentencia. El partido. Gran primera parte del Atlético ante un Huesca totalmente superado. 45 minutos para ganar. Para soñar. Y para descansar pensando en lo del sábado en el Bernabéu.