Alemania se salva de la eliminación ante una enorme Hungría

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Un gol de Leon Goretzka en el minuto 83 le dio un sufrido empate a Alemania (2-2) ante una heroica Hungría, lo que clasifica al conjunto Joachim Löw para los octavos de final de la Eurocopa, en los que se encontrará con Inglaterra en un duelo tremendo e histórico.

Durante muchos minutos del encuentro, disputado en el Allianz Arena, estuvo la selección germana k.o., eliminada. Sorprendida por el fulgor de los magiares rozó la tragedia, pero encontró finalmente el acierto del centrocampista del Bayern Múnich para seguir con vida en el torneo continental.

Hungría, que también tenía sus opciones de clasificación, se adelantó en dos ocasiones ante los atónitos jugadores germanos, que acabaron sacando su orgullo para salvarse, aunque deberán mejorar notablemente en los octavos ante Inglaterra en el templo de Wembley.

No tardó en meter el miedo al cuadro germano bajo la lluvia. Un remate de cabeza del capitán Adam Szalai abrió el marcador. El excanterano madridista se metió entre Mats Hummels y Mathias Ginter y aprovechó un centro largo lanzado por Roland Sallai.

Hungría había salido, obviamente, con un planteamiento conservador, con una defensa de cinco hombres y procurando doblar permanentemente a Joshua Kimmich y a Robin Gosens en las bandas y buscando ocasiones al contragolpe.

Con el primer gol de Szalai, su planteamiento inicial cobró aún mayor sentido ante una Alemania que tenía muchas dificultades para llegar con claridad, aunque Hummels, con un cabezazo al larguero, y Ginter rozaron las tablas en las dos opciones más claras del bando de Low.

Los nervios, sin duda, atenazaban a los germanos, conocedores de que durante algunos tramos el resultado entre Portugal y Francia tampoco les favorecía. Para su fortuna lograron equilibrar el marcador en una acción casi de casualidad. Gulacsi salió mal a cortar una falta lanzada por Toni Kroos y el balón terminó en dirección a la portería tras tocar Havertz.

Alemania volvía a estar en octavos, pero su alegría duró exactamente 15 segundos, que fue lo que se demoró Schäfer en marcar el segundo gol húngaro en un minuto enloquecedor y sorprendente.

Le tocaba al equipo de Löw remar otra vez desde el principio. Alemania hizo dos cambios ofensivos, Jamal Musiala por Gosens y Volland por Ginter, lo que implicaba claramente un riesgo ante los contragolpes húngaros.

Pero al final la entrada de Musiala dio sus frutos. Una jugada suya por la izquierda puso el balón en el área y terminó con un remate raso de Goretzka, que había entrado por Gündogan en el 58, que significó la clasificación para Alemania y la eliminación de una heroica Hungría.