Cuando Vinicius Junior aterrizó en el Real Madrid, un directivo de La Casa Blanca deslizó un comentario que, por entonces, sonó ambicioso y que, ya en 2023, suena tan convincente como real. Era un 23 de mayo de 20217 y el Madrid ya ataba a la joven perla brasileña. En un café del centro de Madrid, el directivo en cuestión esbozó a ESPN un plan medido al detalle para que la gran estrella brasileña llegase a donde está ahora: cómo sería su evolución en Brasil, en qué consistiría su aterrizaje en España a los pocos años, cuál sería su plan de progreso y qué impacto tendría a niveles de marketing. Para una perla como entonces era Vinicius, se trataba de un plan milimétricamente esbozado.
A aquel directivo se le preguntó en privado: “¿Este jugador vale todo eso?”. La respuesta fue clara: “Si no lo vale, andará cerca, y no nos vamos a equivocar”. Dicho y hecho. Vinicius es, actualmente, el jugador más valioso de LaLiga y, además, se ha erigido en una referencia mundial para el Real Madrid a nivel deportivo y a nivel humano. Y es que su lucha contra el racismo no ha pasado inadvertida y ha recibido el apoyo de futbolistas y distintas personalidades de todo el mundo.
Tras la salida, primero, de Cristiano Ronaldo y, segundo, de Leo Messi, LaLiga se quedó huérfana de una gran estrella mundial. Y está claro que Vinicius no está en esa mesa. El tiempo, y el fútbol, decidirán en unos años si el ex del Flamengo puede sentarse a cenar ahí. Sin embargo, lo que está claro es que el jugador madridista es, sin lugar a dudas, el jugador más mediático de todo los que actualmente disputan LaLiga.
Lo grande del campeonato español es que, tras la bipolaridad entre Cristiano y Messi, ahora el protagonismo se reparte. Las individualidades han dado paso a los colectivos. Sin grandes alardes, el Madrid ha seguido siendo importante en Europa, mientras que el Barcelona se ha reciclado tras la debacle económica de Josep Maria Bartomeu. Además, equipos como Villarreal o Sevilla han ganado títulos en la Europa League y el Atlético de Madrid sigue siendo una de las mejores referencias internacionales a la hora de demostrar que la grandeza de Simeone no tiene límites.
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Eso no quita que nuevas estrellas hayan emergido. Nuevas y jóvenes. Junto con Vinicius, Rodrygo Goes es un talento puro por el que luchó media Europa y que se llevó el Madrid. Sin movernos del Bernabéu, Camavinga y Tchouameni tienen una pinta espectacular, por no hablar de Jude Bellingham. En el Barça, a la explosión prematura de Ansu Fati hay que añadirle el talento y la magia descomunal de Pedri y la calidad y fuerza de Gavi. ¿Qué podemos decir de Gabri Veiga, el joven del Celta por el que han preguntado desde el United hasta el PSG pasando por el Liverpool, Real Madrid o FC Barcelona? Son muchos los nombres y pocas las líneas, pero España puede presumir de que el relevo ha llegado para quedarse.
Y entre tanto nombre, de largo, destaca el de Vinicius. El brasileño ha demostrado ser el mejor jugador del mundo en su posición. Lo ha comentado Ancelotti, pero también compañeros y rivales por su velocidad, desborde y regate. Y sí, por su finalización. Con la llegada del técnico italiano el jugador ha demostrado que también sabe marcar. Hace dos años consiguió 22 tantos, mientras que en el último campeonato alcanzó los 20. Para un extremo izquierdo de 23 años no está nada mal.
Pero además, Vinicius es un talento en el aspecto del marketing. Su enlace con Brasil, su explosión internacional y sus contrarios publicitarios han disparado la cotización de un jugador que supera los 50 millones de seguidores en las redes sociales y por el que se pelean las grandes marcas mundiales. Por eso y por lo comentado que hace en el terreno de juego LaLiga tiene a un talento internacional como pocos.
“Todavía recuerdo cuando Leonardo era director deportivo del PSG y nos pidió a Vinicius en la operación de Mbappé”, recuerda ahora con cariño el directivo que, en su día, nos desveló aquel plan de crecimiento para el brasileño: “Imagínate qué error hubiéramos cometido deshaciéndonos de él y no esperar a lo que ahora es…”. Esa fuente tenía razón, así como el Real Madrid a la hora de apoyar a Vinicius en los malos momentos que tuvo. Toda semilla bien cuidada acaba floreciendo, y el ejemplo de Vinicius es el de un tipo que, en estos momentos, es la imagen de todo un campeonato a nivel deportivo y a nivel de marketing. No hay dudas.