Ronald Koeman ha arrancado el FC Barcelona 2020/21 con la intención de rearmar psicológica y deportivamente al equipo, pero para conseguirlo necesita despejar cuanto antes una incógnita fundamental: quien aportará los goles del tándem Leo Messi-Luis Suárez si finalmente se certifica la marcha de ambos cracks.
En las últimas seis temporadas han aportado 478 goles, más de la mitad (53%) de los 902 que ha marcado el equipo y que han servido para sumar dieciséis títulos en ese periodo.
Tras la debacle en la Champions frente al Bayern Múnich, el Barça afronta una inaplazable renovación de una plantilla. El paso del tiempo ha pasado factura a varias de sus estrellas; pero también ha erosionado la relación entre la sala de juntas y el vestuario.
Estos factores se han hecho cada vez más evidentes y así, cuando Koeman se ha puesto al mando de la plantilla, se ha encontrado con que su deseo de que Luis Suárez -entre otros- ponga fin a su etapa en el Camp Nou se ha cruzado con las dudas de Leo Messi, que intenta forzar su salida de Can Barça al no estar convencido con el nuevo proyecto.
Más allá del nuevo conflicto civil que se ha desatado en el barcelonismo -moción de censura, elecciones programadas para el mes de marzo de 2021- el nuevo técnico barcelonista necesita que desde los despachos compensen, en parte, la dramática pérdida de poder ofensivo que supondría el adiós de Messi y Suárez al mismo tiempo.
Si la incidencia del ‘D10S’ en el juego del Barça es determinante desde su irrupción en 2004, la llegada de Luis Suárez en 2014 permitió al genio de Rosario encontrar a su mejor socio, un delantero a su altura como demuestran las cifras del uruguayo, que se ha erigido como el tercer máximo goleador de la historia del Barça en la Liga.
En la temporada 2019/20, en la que la falta de competitividad resultó evidente en la recta final, el Barça pagó muy cara la factura de no poder contar con ambos en muchos partidos.
Si el argentino arrancó la campaña con problemas musculares, el uruguayo se operó de la rodilla en enero. Su rendimiento goleador cayó (52 dianas entre ambos), pero también y de manera drástica la de todo el equipo (109), incapaz de compensar en ataque sus ausencias. Aún así, Messi sumó su séptimo Pichichi y Suárez fue el segundo goleador de la plantilla y el tercero de LaLiga.
El peso del tándem Messi-Suárez bajó sensiblemente respecto a otras campañas (47,7% de los goles, por el 60,86% en la 2018/19), aunque trasladado al terreno de juego la conclusión es evidente: siguieron aportando uno de cada dos tantos del equipo.
RECORDAR LOS 50 DE CR7
Si dos temporadas atrás el Real Madrid no supo encontrar la fórmula para compensar la pérdida de los alrededor de 50 goles que marcaba Cristiano Ronaldo cuando se marchó a la Juventus, ahora el Barça debe valorar que Leo y Luis aportan una media de 83 goles por curso.
La marcha de Luis Suárez se da por descontada, precisamente a la Juventus a no ser que surja un acontecimiento inesperado, pues Koeman le comunicó que no cuenta con él y el club y el uruguayo, pese a las diferencias entre ambas partes, buscan una alternativa.
Ya sea Lautaro Martínez, ya sea otro recambio, la secretaría técnica del club sabe que debe encontrar un delantero que garantice alrededor de 33 goles por campaña, el promedio del ‘Pistolero’ en sus seis campañas con la camiseta blaugrana.
Los parámetros se disparan en el caso de ‘La Pulga’. El genio de Rosario es el mejor goleador de la historia del club y de la Liga, con sus siete Pichichi y seis Bota de Oro. Pero también es el mejor asistente del campeonato y su influencia en el juego del equipo ha ido mucho más de su letal eficacia en el área rival.
Por tanto, en su caso parece imposible paliar, no ya sus casi 47 goles por campaña, sino todo el fútbol que generan su cerebro y sus pies. Parece evidente que, en su caso, la mejor solución sería conseguir su continuidad… y en eso está el club.