Queda menos de un mes para el inicio del Mundial y la selección argentina tiene una preocupación absoluta por la salud de sus jugadores. El último que encendió la luz de alerta fue Emiliano Martínez durante el duelo entre Aston Villa y Newcastle por la Premier League: debió ser reemplazado en el primer tiempo tras recibir un rodillazo en la cabeza.
El Dibu sufrió un golpe en la cabeza por parte de un compañero cuando el reloj marcaba los 17 minutos de la etapa inicial del choque correspondiente a la 14ª fecha del torneo inglés. Debió ser atendido por los médicos durante un largo rato hasta que él decidió continuar en la cancha. Sin embargo, menos de diez minutos más tarde, tras exigirse en un centro, notó que no estaba en condiciones de continuar y pidió el cambio.
La escena se desató cuando el reloj marcaba poco más de un cuarto de hora en el St. James’ Park y el delantero brasileño Joelinton sacó un remate rasante que el arquero argentino controló sin problemas. La fortuna no iba a estar de su lado: cuando estaba en el piso sosteniendo la pelota, el atacante del Newcastle Callum Wilson empujó al defensor Tyrone Mings, quien le dio un involuntario –pero violento– rodillazo en la cabeza a Dibu.
Automáticamente, el futbolista de 30 años se quedó tirado en el césped a la espera de la atención médica que se extendió por casi cuatro minutos. Durante ese lapso, el mediocampista brasileño del Aston Villa, Douglas Luiz, miró al banco de suplentes e hizo la seña de la modificación. Sin embargo, Martínez se reincorporó y le aseguró al árbitro Tyrone Mings que estaba en condiciones de continuar. El reloj ya marcaba 22 minutos cuando se reiniciaron las acciones.
El capitán de los Villanos notó rápidamente que no estaba en condiciones de continuar en cancha cuando tuvo la primera exigencia del rival tras el golpe: se tiró al piso para capturar un centro rasante y se quedó tendido en el campo de juego esperando nuevamente la atención de los especialistas. A los 34 minutos de esa primera etapa se hizo efectiva la modificación bajo los tres palos: el sueco Robin Olsen ocupó su lugar.