El entrenador de Olimpia, Pedro Troglio, luego de clasificar a la final y conociendo que su rival a enfrenta es Motagua bajo el mando de Diego Vázquez, dijo que la misma la toma con mucha ansiedad, tanto que no podrá dormir y hasta puede “caminar por las paredes”.
“Contento por volver a jugar una final. La verdad que hemos encontrado un equipo que nos dio mucha batalla, felicité al Chino (Tiguath) y a toda la gente que armó el plantel, porque es un rival muy digno que ha cambiado la manera de jugar y nos hemos encontrado con una realidad distinta, su gente es muy preparada, sumado a los buenos jugadores que tiene, que son jugadores que en su mayoría han jugado en equipos grandes”, inició diciendo en la conferencia de prensa.
“Estamos contentos, cerramos ganando los dos partidos, podríamos haber concretado una vez más. Hoy el partido fue bueno, pero por tramos bastante impreciso. A veces este equipo me hace pensar que no juega bien. Al contrario, juega bien. Recién me escribió mi hijo y me dijo “qué partidazo jugaron”. Yo no me había ido tan feliz. A lo mejor no estoy viendo la realidad: ganamos los dos partidos de semifinales y estamos en la final”, agregó Troglio.
Reveló que, en sus charlas a los jugadores, “muchachos, si no somos nosotros, son ellos (equipo rival) y no estoy equivocado. En el sentido que lo daban por terminado porque habían salido tercero y terminan estando en una final con autoridad ganando y pasando en el Yankel. Para mí es un partido durísimo, más allá que me haya tocado ganar las finales que jugué, no es eterno todo. Yo siempre respeté al rival y será una final durísima con Motagua”.
En base a lo anterior, enfatizó diciendo que en la final, “ganará aquel que se equivoque menos, por eso tenemos que preparar la semana, los 15 días y equivocarnos lo menos posible porque vamos a enfrentar a un rival del que dije yo: o son ellos o nosotros”.
Al mismo tiempo, calificó a Motagua como el rival a vencer.
“Aunque hubieras venido perdiendo diez partidos, salís sexto y jugás una final contra Motagua, la gente no quiere perder y Motagua no quiere perder contra vos. Pero bueno, el fútbol es eso, es fútbol. A veces toca ganar, a veces toca perder. Lógico que tenemos que preparar para ganar, salir campeones invictos, salir campeones y de último, campeones. Pero con los pies sobre la tierra, soy muy respetuoso de los rivales, sobre todo de Motagua, porque para mí es el rival a vencer. A prepararnos, no perder la humildad y preparar el partido de la mejor manera posible”, amplió.
El argentino, hizo eco a su estado de ansiedad frente a una final con clásico incluido y manifestó que “para cualquier final estoy con ansiedad, sobre todo cuando la final es con el clásico rival. Te puedo asegurar que no puedo dormir en la noche, caminaré en las paredes, encima estoy solo, no te tengo con quién hablar, si tuviera con quien hablar, te descargás. Lo que tenemos los entrenadores es que la responsabilidad es grande. Si te caes de este lado de la cornisa es Roatán, pero si caes del otro lado es el infierno. Entonces, hay que prepararlo muy bien. Personalmente lo vivo con mucha ansiedad, con felicidad, pero es una felicidad rara, que se transforma en especial si lo ganás, pero que sé que transforma en triste si la perdés. Vamos a prepararnos de la mejor manera posible”.
Sobre el invicto, dijo que, “nunca me puse presión por el tema del invicto y se lo dije a los jugadores. Interiormente sí, queremos conseguir algo que no se consigue desde tantos años, pero tampoco les dije que no nos pusiéramos esa mochila, porque el día que perdamos un partido, nos van a matar. Nosotros lo tenemos claro. Ahora, si me decís que voy a perder un partido y el otro lo gano y voy a quedar campeón, no me importa. Sinceramente, el invicto es decorativo y hay que ser campeón ante el clásico rival. Ojalá podamos ser campeones sin perder ninguno de los dos. Trataremos de armarlo. El partido del domingo es vital para soñar con ser campeones, porque somos visitantes contra un rival duro. Ese partido va a marcar lo que nosotros podemos hacer”.
Con respecto a su relación con Diego Vázquez, aseguró que “está todo perfecto, respetable, no tengo ningún problema”.
“Con Diego se acabaron los encontronazos, se vivían las semanas, sabemos que Diego tiene ese estilo y le ha dado mucho resultado. Yo siempre le dije, lo respeto por lo que ha logrado, es un gran técnico. Lo mío con él se acabó cuando me envió un mensaje por la muerte de mi padre. Después de eso le aguanto cualquier cosa (entre risas). Hablo de una cosa que trasciende lo deportivo”, mencionó al subrayar que “vos decís, estos se matan en la cancha y después estoy triste en mi casa y me cae un mensaje. Con otro personaje a lo mejor no, tuve una situación así. Está todo perfecto, respetable, no tengo ningún problema, solo que quiero ganar, el rival es muy duro y más contra él de entrenador, porque es alguien que tiene una historia en Motagua mucho más grande que todos los demás”.