Mino Raiola y Alf-Inge Haaland, padre de Erling Haaland, llegaron a Barcelona este jueves, siendo recibidos en la terminal de vuelos privados del aeropuerto por el chofer de Joan Laporta, con quien el reputado agente se reunió para conocer las intenciones y disponibilidad del Barcelona para atacar el fichaje del goleador noruego.
El presidente del Barcelona, acompañado del nuevo director de futbol del club Mateu Alemany, mantuvo el encuentro con Raiola y el padre de Haaland durante cerca de dos horas en las que les trasladó la disposición azulgrana por conseguir el fichaje del jugador, entendiéndose por parte del representante como una primera toma de contacto, directa y ‘oficial’, entre las dos partes.
A pesar de su complicada situación financiera, el club azulgrana mantiene a Haaland como objetivo número uno en el mercado de fichajes, aún sabiendo que lograr su incorporación este próximo verano obligaría a un desembolso calculado en 180 millones de euros, puesto que la cláusula de salida que tiene en su contrato con el Borussia Dortmund, de 75 millones, se afirma establecida para el verano de 2022.
Laporta, quien durante la campaña electoral de las elecciones a la presidencia del Barcelona ya advirtió que «nada es imposible» refiriéndose al posible fichaje de Haaland, mantiene desde su primera etapa al frente del club azulgrana una muy buena relación con Raiola, circunstancia que se estima podría favorecerle en unas conversaciones que, con todo, se consideran muy laboriosas teniendo en cuenta la postura inicial del Borussia Dortmund, que considera de entrada intransferible al goleador.
Haaland, quien suma 33 goles en 31 partidos oficiales esta temporada con el club germano, mantiene contrato hasta junio de 2024, con la cláusula de salida explicada que entraría en vigor dos años antes y es, junto al francés Kylian Mbappé, el jugador más deseado del futbol continental, habiendo sido relacionado durante los últimos meses con clubs de primera línea como Real Madrid, Manchester City o Bayern Munich, además del Barcelona, al ser considerado como un fichaje estratégico para las próximas temporadas.
Si en el City se le presentaría como el sucesor inmediato de Sergio Agüero, quien dejará el club al finalizar esta temporada, en la necesidad de fortalecer la capacidad goleadora del equipo de Guardiola, en Munich es contemplado como el heredero natural de Robert Lewandowski, de 32 años y cuyo contrato con el Bayern expira en 2023.
En Madrid Florentino Pérez también estima a Haaland como una figura indiscutible sobre el que apoyar el proyecto de futuro del Real, después de la partida de Cristiano Ronaldo y con el objetivo de rejuvenecer la plantilla merengue, pero junto a todo ello se sabe la necesidad imperiosa del Barcelona de encontrar un sucesor a Luis Suárez, cuya marcha el club azulgrana no ha conseguido sustituir esta temporada.
El fichaje del goleador noruego se contempla alrededor del Camp Nou como un golpe de efecto de Laporta similar al que concretó en el verano de 2003, en su primera llegada a la presidencia del Barcelona, cuando incorporó a Ronaldinho dentro de la profunda remodelación que llevó a cabo en la plantilla de la época.
Conseguir ahora, en el próximo mercado de verano, a Haaland sería, sin duda, un golpe mayúsculo… Por más que se aventura una misión tan apasionante desde el punto de vista deportivo como difícil en cuanto al aspecto económico. El viaje de Raiola a Barcelona es, de todas maneras, un aviso de primera magnitud.
