México sufrió y no pudo derrotar a Jamaica en el Azteca, pero clasificó al Final Four de la Liga Naciones

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Es apenas el arranque de un nuevo proceso, pero en el horizonte no se ven, de momento, esas luces que suelen dar esperanza. Si el partido contra Surinam había sembrado dudas, el de este domingo, contra Jamaica, no ha hecho más que ratificarlas. En un Estadio Azteca pletórico, a México apenas le alcanza para empatar 2-2 frente a Jamaica. Le alcanza para avanzar al Final Four de la Concacaf Nations League, pero termina abucheado por sus propios aficionados.

Vaya inicio tan complicado para el técnico Diego Cocca. La presentación ante la afición nacional es también la reaparición del equipo ante su gente después del fracaso de la Copa del Mundo. Todavía hay heridas abiertas. Tardarán tiempo en cerrar. Y termina sufriéndolo, pues el encuentro ni siquiera ha iniciado cuando recibe los primeros abucheos, al ser nombrado por el sonido local al momento de anunciar las alineaciones.

Hay dudas alrededor del entrenador. Su debut ante Surinam (2-0) no ha servido para disiparlas. El arranque en el Azteca parece prometedor. Hirving Lozano lanza el primer aviso con un zurdazo que se va por un costado, al primer minuto de juego. Luego, Héctor Moreno conecta un cabezazo que lleva dirección de gol, pero el portero Jahmali Waite vuela para salvar con estupendo manotazo, al ‘5.

Pero nadie contaba con el largo pelotazo desde zona baja visitante, ni la posterior pena ya en campo mexicano, mucho menos el terrible intento de despeje, que deja la pelota suelta fuera del área. Al ‘6, Bobby Reid prende la redonda como viene. Le mete la parte externa del botín derecho. Extraordinario disparo que supera el lance de Guillermo Ochoa y se anida en el ángulo para el sorpresivo 1-0 de Jamaica.

La tribuna del Azteca es nombre, pero también exigente. Aplaude en las buenas. No persona en las malas. El grito de “¡Acevedo, Acevedo!” se escucha cada vez más fuerte. Igual que los abucheos cada que el balón llega a Guillermo Ochoa. El héroe de otras batallas, hoy es tratado como villano. La gente exige la aparición de otro arquero en lugar del cinco veces mundialista.

Para fortuna del Tricolor y de su técnico, el empate no tarda mucho en llegar. El Chucky avanza por izquierda y tira el balón a Luis Chávez, que le devuelve la pared. Hirving Lozano lega a fondo y lanza el centro raso. Henry Martín no logra rematar en primera instancia, pero la bola queda suelta. En el área chica, Orbelín Pineda aparece para empujar al fondo el 1-1, al ‘16.

El equipo mexicano va rápido por la pelota. Aunque el empate es suficiente para avanzar al Final Four de la Concacaf Nations League, sabe el Tricolor que no basta para satisfacer a la grada del Azteca, que sigue abucheando cada vez que la redonda llega a Guillermo Ochoa y que corea con insistencia el apellido del arquero suplente.

El partido parece medianamente controlado. La tormenta ha comenzado. Llueve fuerte en el Coloso de Santa Ursula. Jamaica tiene un tiro de esquina desde el costado izquierdo. El centro es pasado. Edson Alvarez llega mal perfilado. Le presiona Ethan Pinnock, que amenaza con empujar al fondo. Pero es el mexicano quien hace contacto con el balón y lo manda al fondo de su arco. Autogol. Enfurece la grada. México está abajo de nuevo, al ‘31.

Al ‘33, el árbitro detiene el juego. La tormenta eléctrica es una amenaza. Manda a los jugadores al vestidor. Se anuncia la suspensión momentánea. El encuentro se detiene por 18 minutos. La pausa era necesario para el Tricolor, que necesitaba ordenar sus ideas. En la reanudación, Hirving Lozano se queda cerca e empatar, con un disparo potente que estremece el travesaño.

Ya en el tiempo agregado, Henry Martín controla dentro del área y es derribado. El árbitro Ismail Elfath señala el penal. Ahora la grada canta: “El Chucky Lozano, el Chucky Lozano”. Es Hirving quien se para frente al manchón. Patea con fuerza y al centro. Engaña al guardameta visitante. Manda la redonda a las redes y antes del descanso, la Selección Mexicana respira hondo con el 2-2 en el marcador.

En la segunda parte, la obligación es del Tricolor. El equipo de Diego Cocca necesita un triunfo, pero más que eso busca convencer. Pero le cuesta demasiado. No encuentra ni lo uno, ni lo otro. Al minuto 53, Luis Chávez prueba de larga distancia, con un zurdazo desde fuera el área que sale demasiado cruzado y se va por un costado.

Luego, un susto más. Jamaica tiene un tiro de esquina por el costado derecho. El centro es pasado a segundo poste. El cabezazo es a quemarropa, dentro del área chica. Guillermo Ochoa reacciona con grandes reflejos. Tapa sobre la línea. Evita el gol. Salva a México, al ‘56. Y recibe aplausos por ello… aunque más tarde vuelven los abucheos.

No encuentra por donde. Es apenas el segundo encuentro de una nueva etapa y quizá falte tiempo, pero eso es o que menos se tiene en una Selección Nacional. Insiste el Tri: al ‘69, Jesús Gallardo alcanza un balón por izquierda y lo pone atrás, a la llegada de Raúl Jiménez. El atacante dispara de primera, pero se va por un lado, desviado por la defensa.

Diego Lainez ha ingresado al campo en medio de abucheos, pero poco después fabrica la oportunidad que casi da vuelta al marcador. Al minuto 75, toma el esférico fuera del área y suelta un disparo potente. Supera el lance del guardameta, pero el travesaño le niega el gol. No llega el tercero del conjunto nacional.

La insistencia, eso sí, es hasta el final. Quizá sea lo único que no se le puede reclamar al Tricolor. Ya al ‘92, Raúl Jiménez aguanta bien y toca profundo por izquierda para Jesús Gallardo. Dentro del área, mete un centro raso. Hirving Lozano entra pleno, de frente. Choca la bola tratando de colocar su disparo. Se va por un lado. Se escapa la última.

No se mueve más el marcador en el Coloso de Santa Ursula. México apenas logra empatar 2-2 frente a Jamaica. Para efectos numéricos, es suficiente: el cuadro nacional termina líder del Grupo A con 8 puntos y estará en el Final Four de la Concacaf Nations League. Pero anímicamente es como una derrota, pues provoca abucheos por parte de sus propios aficionados. Dura presentación de Diego Cocca en el Estadio Azteca.