El Barcelona retomó su confianza en Pucela con una solvente, clara, cómoda y rotunda victoria (0-3) sobre un Valladolid superado desde el primer minuto por el cambio de sistema que impuso Ronald Koeman en su equipo y que le facilitó un dominio absoluto para resolver sin más contratiempos en una primera mitad que dominó sin oposición.
El entrenador azulgrana sorprendió juntando en el once a tres centrales (Mingueza, Lenglet y Araújo) y avanzando teóricamente a los dos laterales, Dest y Alba, si bien fue el holandés quien más buscó la profundidad… Aunque la mayor novedad, ausentes Busquets, Coutinho y Griezmann, fue una superior presencia, y prestancia, en el juego de combinación en el medio campo, ofensivo, donde el entendimiento entre Messi y Pedri fue la mejor de las noticias, tanto como la libertad y trascendencia de De Jong.
Tranquilo en defensa y revolucionado en ataque, en ocasiones paciente y en otras incisivo por bandas, el Barça le tomó el ritmo al partido desde el primer minuto y tardó veinte minutos en abrir la lata, gracias a un imponente cabezazo de Lenglet a centro del Messi más animado de las últimas semanas…
Y feliz de encontrar un socio ideal en Pedri, el jovencito del equipo. Un jovencito con alma de estrella.
Incapaz de plantarle cara, el Valladolid bastante trabajo tenía con perseguir un balón que los futbolistas de Koeman conducían con mimo hasta que poco después de la media hora un excelente pase profundo de Messi a Dest desembocó en el 0-2, anotado por Braithwaite a boca de gol en el centro envenenado del lateral, convertido en un puñal por su banda para demostrar que el cambio en la apuesta del técnico había sido de lo más oportuna.
Simple
Si intentó, o lo pareció, salir con mayor intensidad el Valladolid tras el descanso, el Barça le bajó los humos con simpleza. Más conservador en apariencia pero tan calmado como en la primera mitad, ahorrándose sustos gracias a defender, por fin, con el balón y lejos de su área hasta que la sociedad Pedri-Messi volvió a aparecer para borrar cualquier signo de duda.
Una asistencia mágica del canario dejó al capitán frente a Masip para que pudiera marcar con toda la calma, sumar su gol 644, record ya absoluto con un solo equipo, y sentenciar sin más aspavientos el partido, dirigido a un desemboque tranquilo en todos los sentidos.
Tuvo hasta ocasión de brillar Ter Stegen con un doble manotazo cuando la entrada de Umtiti en lugar de Araújo dio la sensación de romper la solvencia defensiva, pero el susto fue tan breve como casi invisible por más que el Valladolid se dejase ver con mayor asiduidad en el área azulgrana en unos minutos finales que retrataron el mal momento físico de Umtiti.
Ganó el Barça con una solvencia que por inesperada después de los sustos que ha ido sufriendo desde principio de temporada no dejó de sorprender. Después de tantas decepciones era adecuado contemplar una nueva visión a partir del cambio impuesto por Koeman… Y aunque deba esperarse a ver si este equipo, esta imagen, tiene continuidad, fue la mejor de las noticias para celebrar la Navidad.
