Un día después del acto organizado por el Barcelona para despedir a Luis Suárez, Leo Messi se ha manifestado a través de su cuenta personal de Instagram para decirle adiós de manera particular. Las palabras del astro argentino van cargadas de buenos deseos para el futuro, pero destaca las amargas palabras dedicadas a la directiva y a la forma que han tenido de despedir del club después de seis años a su tercer máximo goleador histórico, con 198 tantos. El propio delantero uruguayo ya dejó un recado la parte noble cuándo se le preguntó si se reprochaba algo y él respondió, mirando al lugar ocupado por Bartomeu momentos antes, «¿a mi o a…?». Esa corriente sigue la despedida de un Messi que afirma que «a esta altura ya no me sorprende nada». Así reza la despedida al completo:
«Ya me venía haciendo la idea pero hoy entré al vestuario y me cayó la ficha de verdad. Que difícil va a ser no seguir compartiendo el día a día con vos, tanto en las canchas como afuera. Los vamos a extrañar muchísimo. Fueron muchos años, muchos mates, comidas, cenas… Muchas cosas que nunca se van a olvidar, todos los días juntos.
Va a ser raro verte con otra camiseta y mucho más enfrentarte. Te merecías que te despidan como lo que sos: uno de los jugadores más importantes de la historia del club, consiguiendo cosas importantes tanto en lo grupal como individualmente. Y no que te echen como lo hicieron. Pero la verdad que a esta altura ya no me sorprende nada.
Te deseo todo lo mejor en este nuevo desafío. Te quiero mucho, los quiero mucho. Hasta pronto, amigo».
La sociedad entre Leo Messi y Luis Suárez ha ido mucho más allá de los 13 títulos que han ganado juntos estos últimos seis años, han sido amigos y un fuerte apoyo el uno para el otro fuera del campo. Con las marcha de Lucho y Arturo Vidal, a quien también dedicó una emotiva despedida, Messi se queda sin sus dos grandes cómplices en el vestuario blaugrana, un varapalo en un verano que comenzó con el famoso burofax. Curiosamente, el argentino se quería marchar y el uruguayo quedarse. Finalmente, el futuro tenía guardado el destino opuesto para cada uno de ellos.