Redacción – Fue una larga plática, conversó de todos los temas que le tocamos, y por eso hicimos una segunda parte de la entrevista, donde Melvin Cervellón, líder de la barra Ultra Fiel de Olimpia confesó sus grandes secretos.
El líder de la barra olimpista estuvo preso en la Penitenciaría de Támara, donde lloró y sufrió mucho, pero eso no evitó que continuara con su vida apoyando al león.
Melvin, ya es una persona de mucha madurez y por eso considera que su ciclo está por terminar en la barra. Su retiro del liderazgo lo mira muy pronto. Cree que en diciembre le dice adiós a su vida como cabeza de esta hinchada organizada del país.
¿Qué es lo más difícil que has vivido el barra?
Son muchos momentos difíciles, ver jóvenes de la barra que mueren, eso es doloroso, son jóvenes con los que uno ha convivido demasiado, uno conoce su entorno y familia, nos han pedido ayuda y no hemos podido hacer nada por ellos.
¿Además esas muertes que otras dificultades has tenido?
Fui acusado en temas legales y fue un proceso tremendo, que si no hubiera sido por amigos estaría preso todavía, fui víctima totalmente y gaste mucho dinero. Fui acusado por ser líder de una barra, se fregaron en mi vida, tuve siete años en un proceso judicial donde fue un dolor de cabeza, se complicó todo, mi familia mis amigos cercanos, eso no se lo deseo a nadie, no estoy de acuerdo que acusen a nadie.
¿Qué viviste adentro de la penitenciaría?
Viví un mundo complicado, fui a un centro penitenciario donde fui atacado en el interior, lo más duro fue que no en ese momento no tenía muchos amigos, habían 16 mil seguidores de la Ultra Fiel y con los dedos de la mano cuento los que fueron, mi mamá fue la que me estaba esperando. Yo soy un ejemplo para los jóvenes que están en barras en general.
¿Lloraste en prisión?
Se llora porque uno es ser humano, a uno psicológicamente las autoridades le dicen mentiras, me decían que iba a estar muchos años en la cárcel, les decía porque si no había hecho nada, pensaba en mi hijo.
¿Te golpearon en la cárcel?
Fui atacado brutalmente en ese centro penitenciario y fue duro porque si uno no debe nada, el gobierno no debería llevarte así, ese trabajo se debe confirmar y la Fiscalía debe trabajar, para demostrar la inocencia de las personas, era fácil hacerlo, pero me llevaron a estar ocho años en un proceso, me fregaron la vida, tenía aspiraciones y se vinieron abajo.
¿Cuánto te afectó en la vida?
Demasiado, en lo personal pensaba tener un negocio bueno, tenía una imprenta y quería hacer un negocio bueno porque tenía una preparación, pero me iban a buscar, que tenía que ir a cita, no deben molestar a la gente, si alguien debe algo que si lo haga.
¿Eso te motivo a iniciar el proyecto de terminar la violencia en Honduras?
Antes de ese proceso judicial ya había acercamiento con organizaciones de sociedad civil, recuerdo al licenciado Javier López y el Comisario de la Policía Gustavo Sánchez Velásquez, se hizo un trabajo y fue una ruta que abrió, yo nunca me había reunido con gente de Motagua, pero el programa ayudó para tener ese acercamiento con esas barras, yo me metí al rollo de que un hincha no siga apareciendo en una manta porque está muerto.
¿Te miras toda una vida en la barra?
El barrista organizando ya no, ese se aburrió, pero el barrista alentando sí, ahí estará alentando, pero no con esa responsabilidad de organizar.
¿Estos son tus últimos años?
Si ya estoy en las últimas, en el centenario del club puse mi disposición el cargo, después lo volví a hacer, los ciclos terminan, por estar en una reunión de líderes y no estar con mi hijo no lo puedo permitir más, que mi vieja me necesita y yo en el estadio no puedo permitir.
¿Te daría pesar dejar la barra y se bote tu trabajo?
Hay una plataforma en la barra que seguirá el proceso, estoy seguro.
¿Hasta cuándo te miras liderando?
Me miro hasta diciembre, ya lo hemos hablado uno me dicen que esta bueno, otros me dicen que los asesore y otro me dicen que me vaya pero no dan el salto de ser líderes. No podemos dejar la barra en manos de entusiastas.
Recuerdo que Sergio (antiguo exlíder de la barra Ultra Fiel) un día me día, tengo un problema grave y me voy hacer a un lado, como le iba a decir que siguiera si era la vida de él.
¿Das gracias que estés vivo a esta altura de tu vida?
Claro, pongo a Dios en todo, cuando salgo de mi casa pido a Dios que me cuide, pido por toda la gente de la barra, no soy el religioso pero si le doy su espacio a Dios.
¿Qué mensaje le mandas a tu gente de la barra?
Que sigamos con mentalidad positiva, donde pongamos por encima el aliento, no necesitamos a nadie peleando en un clásico, pero los ocupamos en la grada.