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sábado, diciembre 21, 2024
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Lesiones deportivas: una solución cuando los tratamientos tradicionales ya no dan resultado

Redacción – Ya nadie duda de los numerosos beneficios que presenta la actividad física para la salud. En el último tiempo surgió un boom por las actividades intensas como correr o realizar crossfit, que si bien favorecen integralmente al organismo conllevan algunos riesgos para los que hay que estar atentos.

El sobreentrenamiento o la mala elección de la actividad pueden producir lesiones; la falta de reposo o una mala entrada en calor, también. Al igual que las lesiones mal rehabilitadas, las accidentales o los traumatismos.

«En algunas ocasiones, muchas personas que practican deportes de manera amateur se exigen tanto como los deportistas y se someten a una exigencia física mayor. Esto también genera lesiones que pueden influir en su rendimiento deportivo». El doctor Gonzalo Yamauchi, especialista en medicina familiar y medicina musculoesquelética es el presidente de la Asociación Latinoamericana de medicina musculoesquelética (LAOM) y puntualizó: «Sucede en el caso del tenis cuando nos encontramos con el famoso «codo de tenista» (que ocurre generalmente cuando existe un disbalance entre los músculos flexores y los extensores de la muñeca), o en el caso del fútbol con la pubalgia o pubalgia (cuando se desarrolla un disbalance en los músculos abdominales y los aductores), en el rugby con los dolores lumbares y cervicales (que muchas veces se vuelven crónicos)».

 El running tiene un gran impacto y ejerce una enorme presión en el organismo por lo que es importante escuchar al cuerpo

¿Qué pasa en el caso de los corredores? El también médico de familia del Hospital Italiano de Buenos Aires señaló que «el running representa un capítulo aparte». «En la actualidad, es uno de los deportes más practicados por hombres y mujeres -ahondó Yamauchi-. Algunas de las razones por las que suma adeptos es porque es sencillo, no implica grandes gastos económicos y puede realizarse a cualquier hora del día. Por lo que las personas pueden adaptarlo a su disponibilidad horaria».

Ahora bien, esas posibilidades hacen que en muchos casos no se practique de manera controlada por un profesor o especialista en el tema, lo que ocasiona con frecuencia algún tipo de lesión cuando se entrena o compite. El running tiene un gran impacto y ejerce una enorme presión en el organismo por lo que es importante escuchar al cuerpo. Cuando esto no ocurre, empiezan a aparecer las lesiones:

Rodilla del corredor. Esta lesión suele estar localizada en el centro de la rodilla o bien en la cara externa. Algunos de los motivos que la originan pueden ser: sobreesfuerzo, rodilla desalineada, muslos rígidos y/o pies planos. Habitualmente, esta lesión tiene varios orígenes del dolor: el síndrome de la cintilla iliotibial y la patología del tendón rotuliano son dos de las causas más comunes; éstas se producen por mala elongación y por el impacto del cuerpo sobre la rodilla. Para evitarlas es importante elongar las zonas de los gemelos, isquiotibiales, cuádriceps, tensor de la fascia lata y glúteos.

Periostitis. Se la llama «síndrome por estrés medial de la tibia» ya que es donde surge el dolor. La razón, es el impacto que el correr tiene en las piernas y se intensifica por la mala técnica al hacerlo. La manera más común de tratarla es interrumpir la salida a correr durante un tiempo, hasta que remita. Y por supuesto, comprar zapatillas adecuadas al tipo de pisada e intensidad de ejercicio que realiza cada uno.

Fascitis plantar. Es una inflamación aguda de la fascia plantar en la zona próxima al talón, producida por el impacto y el acortamiento tanto de gemelos como del tendón de Aquiles. Lo más indicado para disminuir este dolor consiste en estirar correctamente tanto la pierna como el pie. Una pelota de tenis es un buen recurso para darse un masaje en el tendón, girando el pie encima de la bola.

Tendinosis del Aquiles. Su causa tiene que ver con la mala elongación de los gemelos y de toda la cadena posterior de la pierna, asociado a veces a una mala técnica de correr. Su tratamiento incluye elongación, aplicación de hielo y la pierna en alto para calmar el dolor. Si éste no desaparece en dos o tres días, la visita al médico es más que obligada.

Una solución definitiva para las lesiones

Ahora bien, cuando las indicaciones tradicionales (como la terapia antinflamatoria, la kinesiología, el fortalecimiento muscular o la rehabilitación) ya no dan resultado, existe una novedosa y muy efectiva técnica de medicina regenerativa, a partir de la utilización del plasma rico en plaquetas.

«Para los deportistas de alto rendimiento esta terapéutica permite reparar los tejidos más rápidamente. Se extrae sangre del paciente, se concentran las plaquetas y en la pared de las mismas se encuentran los factores de crecimiento que son los encargados de reparar tejido, por lo que se realiza una inyección con un concentrado de factores de crecimiento en el lugar de la lesión reparando y regenerando la lesión de una manera más rápida y eficaz», explicó el especialista.

La efectividad de esta técnica depende de la habilidad del profesional y de la concentración de plaquetas inyectadas. Además, es un tratamiento muy seguro ya que proviene de la misma sangre del paciente.

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