Redacción – Pep Guardiola es el protagonista de la sexta entrega de ‘Parlem de futbol’, una serie de entrevistas del periodista Ricard Torquemada que mañana se retomará a partir de las 20 h. en ‘La TdT’ de Catalunya Ràdio antes del partido que Barça y Real Valladolid jugarán en el Camp Nou a partir de las 21.15 h.
El actual entrenador del Manchester City recuerda su exitosa etapa al frente del Barça entre 2008 y 2012, periodo en el que conquistó 14 títulos de 19 posibles en la mejor era de la historia. En este sentido, unos de los titulares más atractivos del avance de la entrevista gira en torno a la figura de Messi. “Me habían comentado, que en la cantera había un chico excepcionalmente bueno. Me dijeron que era muy pequeño, pero que daba muchos goles y driblaba muy bien. Yo no lo conocía y un día lo vi con su padre en una tienda de Nike en El Prat. Lo vi pequeño y tímido, y pensé: ¿este es aquel tan bueno que dicen? Pero nosotros empezamos una temporada en Escocia, ganábamos 1-6, 0-5 … y él te metía tres goles. Pensé que con él lo ganaríamos todo“.
Guardiola se queda de aquella época con el grandísimo ambiente que había en el vestuario y de cómo fueron encajando las piezas poco a poco. “Entre partido y partido, no hay demasiado tiempo para disfrutar de ellos, pero sí en el proceso de construcción del equipo. Ver que los cambios que hacíamos funcionaban y que todo iba fluyendo … ¿Cómo se llevaban entre ellos, la química, el respeto a los estatus. Como sabían quién era el mejor, cómo se aceptaba la distribución de los salarios … Todo se fue situando. Eran un grupo de amigos que salían a cenar a menudo. Un grupo que sabía salir adelante en los momentos de dificultad. Todo esto estuvo muy bien, pero el peso de la responsabilidad de conducir un transatlántico como el Barça hace que no tengas demasiado tiempo para disfrutar de ellos“.
Y en cuanto a su adiós al banquillo del Camp Nou, Pep profundiza en el porqué de aquella frase que la resumió sus motivos (“me voy porque si no, nos haremos daño”). Guardiola señala que “la relación de estima que tenemos los que formábamos parte de aquel grupo es insuperable. No hay Champions ni Mundial que lo pueda compensar. Nos dio mucho unos a otros. Pero hay un momento, por un proceso natural del tiempo, que las cosas se acaban. Y ves que tú ya no serás el mismo, que deberás excusar, que ellos quizás tampoco … Y se acaba. Pero se terminó de manera natural, no fue que acabáramos a hostias“.