Redacción – El fichaje de Antoine Griezmann por el FC Barcelona ha entrado en vía de urgencia y empieza a provocar preocupación alrededor del Camp Nou, atendiendo a que el Atlético de Madrid se mantiene firme en reclamar el pago íntegro y al contado de la cláusula de rescisión y a que el tiempo, sabiendo que el viernes es la fecha límite, se le echa encima al club azulgrana. Una fuente autorizada del Barça reconoció que este miércoles “no se espera ninguna novedad”, siguiendo los contactos con el Atlético para desencallar definitivamente el trasvase.
Durante la presentación de De Jong, Josep Maria Bartomeu descubrió una reunión entre el director general del club Òscar Grau con Miguel Ángel Gil Marín con el objetivo de encontrar una fórmula más ventajosa para llevar a cabo la operación, lo que provocó una reacción iracunda del presidente colchonero, Enrique Cerezo, y no hizo más que complicar un asunto que en Barcelona se intenta reconducir con celeridad.
Griezmann no se presentó el domingo a la pretemporada del equipo colchonero y respondió a la amenaza de multa recordando a través de su entorno que de acuerdo con la legalidad le correspondían 30 días de vacaciones… Que teniendo en cuenta sus dos partidos con la selección francesa los días 8 y 11 de junio ante Turquía y Andorra se cumplirán este jueves. Y esa es la razón por la que el tiempo apremia.
El viernes es la fecha límite para que legalmente el Atlético pueda denunciar la ausencia de Griezmann y el viernes, precisamente, era la fecha elegida en el Camp Nou para celebrar una presentación que, de momento, sigue en el aire. Tal es así que desde el Barcelona ya se valora seriamente retrasar a la próxima semana la oficialidad del fichaje.
Después de la presentación de Frenkie de Jong, la idea del Barça era llevar a cabo esta semana las premieres de Neto y Griezmann, martes y viernes, anunciando el miércoles el fichaje del francés, quien llegaría a Barcelona el jueves para sus primeras fotografías oficiales y se presentaría oficialmente un día después. Todas las previsiones, sin embargo, están en el aire.
El delantero francés apura sus vacaciones en Ibiza esperando una llamada de sus abogados en que se le comunique la resolución del caso, con cierta intranquilidad y confiando en que se desencallen las conversaciones entre los dos clubes para viajar a Barcelona y, también, esperando un gesto del Atlético.
Pero el club colchonero, que mantiene en la mira a Semedo sabiendo las reticencias del Barça a tratar su traspaso al Wanda Metropolitano, sigue de momento firme en su postura. Y los plazos se van agotando.