Redacción – Definitivamente, este Real Madrid de Solari ha recuperado la sonrisa y, sobre todo, la flor de Zidane. Sólo así se entiende lo que pasó en Plzen donde los blancos acabaron goleando a un equipo checo al que le dio la espalda la suerte y la actuación arbitral.
Precisamente todo lo contrario le sucedió a un Madrid que sigue sin jugar bien, defendiendo peor y que tuvo a su favor que delante estaba el Viktoria Plzen que arriba perdonó mucho. Un alivio para los de Solari que en el primer cuarto de hora no se enteraron de lo que estaba pasando.
El entrenador argentino apostó por Ceballos y Lucas por Modric e Isco, pero la apuesta se fue al garete desde el pitido inicial. El Madrid salió frío, a merced de un Viktoria más agresivo que se estaba ‘comiendo’ a todo el equipo blanco.
Llegaban como querían, pero no culminaban y cuando no era eso, apareció el larguero para evitar el tanto de Nacho en propia puerta en el minuto 10. Ahí apareció la flor de Solari. La arbitral entró en juego en el minuto 14 cuando Ramos le dio un golpe en la nariz a Havel que fue una agresión, pero como en Champions no hay VAR, el colegiado Aytekin no pitó no falta mientras el jugador checo no paraba de sangrar por la nariz.
Esa acción frenó un poco el ímpetu local, aunque el que lo anuló fue Benzema que marcó un golazo en el minuto 21 para poner el 0-1. El francés hizo una obra de arte deshaciéndose de todos los rivales que le salieron al paso para acabar marcando. Dos minutos después, en el 23, Casemiro anotaba el 0-2 cabeceando un saque de esquina de Kroos. El Madrid había cerrado el triunfo en dos minutos.
El Viktoria reaccionó, pero seguía fallando arriba, todo lo contrario que el Madrid que marcaba el 0-3 , obra de Benzema, en el minuto 37 y Bale anotaba el 0-4 en el 40’. Dos acciones en las que los locales reclamaron sendas faltas que sí parecieron, pero el colegiado no las señaló y con ese 0-4 se llegó al descanso.
Con el partido sentenciado, la segunda parte parecía que no iba a tener mucha historia, pero el Viktoria no quería irse de vacío y puso a prueba en un par de ocasiones a Courtois. Y es que el Real Madrid seguía dando un recital de cómo no se debe defender, el gran punto débil de este equipo.
Solari, con la victoria en el bolsillo, quitó a Ramos y a Benzema, que suma 201 goles con el Real Madrid, para dar entrada a Javi Sánchez y Vinicius. Precisamente fue el brasileño el que fabricó la jugada del 0-5 que marcó Kroos con un magistral toque de balón en el minuto 67. De ahí hasta el final, el Madrid buscó más goles –marcó Lucas, pero fue anulado por fuera de juego y Bale envió un balón al larguero– y siguió mostrando sus carencias defensivas. No hubo más tantos y el Real de Solari suma su tercera victoria consecutiva que acercan al argentino a quedarse y al Madrid a octavos de la Champions.