Redacción – El Barça acusó el esfuerzo de la Copa, pero no en Champions como todos temían sino en Liga. El Valencia de Marcelino, aplicado en defensa y letal en las transiciones, explotó los espacios y la fragilidad del centro del campo azulgrana, se puso 0-2 en un gran arranque y después evitó que el Barça consumara la remontada. El líder liguero se quedó a medias y salvó un punto con mucho sudor. Gameiro, lesionado poco después, y Parejo, de penalti, avanzaron a los ‘che’ y un nuevo doblete de Messi, de penalti y de un magnífico chut, equilibró el partido pese a acabar renqueante.
La remontada mágica del pasado miércoles, con una exhibición ante el Sevilla, dejó un desgaste evidente, que se tradujo en un equipo barcelonista espeso tanto física como mentalmente, sin muchos cambios respecto a la alineación copera. El Barça tuvo fuerzas para equilibrar un partido envenenado, pero sus reservas no le alcanzaron para culminar su remontada frente a un Valencia que también acusó el cansancio después de haberse plantado bien en el inicio del encuentro.
Lo que tres días habían sido dos goles en el minuto noventa y más allá con Suárez primero y Arturo Vidal después rechazando sendos córners y participando en la otra área en la finalización de las jugadas, ayer fue un Barça cansado y con un Messi con problemas físicos, que no encontró en sus recursos de banquillo, como la entrada de un voluntarioso Malcom, la manera de concretar una segunda remontada en tres días. Y con Undiano, esa pesadilla horrible, dando sólo dos minutos de añadido.
El Valencia supo explotar a la perfección esa resaca barcelonista tras el 6-1 copero y ese día extra de descanso que tuvo respecto al Barça. Parejo se bastó para comerse él solito en la primera parte el centro del campo del Barça, sin Sergio Busquets, sancionado, ni Arthur, en rotación, y las transiciones valencianistas fueron muy cómodas desde el saque inicial: aún en frío, antes de que transcurriesen dos minutos, Ter Stegen ya rechazó un chut de Parejo y el rebote lo mandó Cheryshev al palo.
Aunque ese primer aviso se perdió por poco, el Valencia se mantuvo a la espera de poder ganar la espalda de la defensa del Barça. Y volvió a suceder después de una pérdida de Messi ante Parejo, en posible falta. Rodrigo recorrió todo el campo tras una indecisión entre Vermaelen y Sergi Roberto y asistió al espacio a Gameiro, que puso el 0-1 poco antes de retirarse lesionado.
Y el segundo gol, poco después, confirmaba la situación de pánico en el Camp Nou, tras cometer penalti Sergi Roberto sobre Wass al ir a buscar un remate.
El Barça no había generado peligro, más allá de centros que se envenenaron, pese a que movió el balón cerca del área. Pero Messi, muy encerrado entre líneas, no falló desde los once metros tras un penalti de Lato a Semedo aun que el propio Messi había enviado el balón a gol, que Undiano no concedió para pitar penalti.
Con el 1-2 el Barça se reactivó. Sergi Roberto tiró al palo antes del descanso y para afrontar la segunda Valverde recurrió a Jordi Alba, que había descansado de entrada. Aunque Semedo había jugado un gran primer tiempo y fue clave para el Barça, con Alba el Barça mejoró y los interiores del Barça juntaron líneas para apretar con paciencia y comenzaron a mover el balón, especialmente un Aleñá que robó algún balón peligroso cerca del área. Rechazando una ocasión de Messi, el meta Neto, se erigió en el salvavidas del valencianista junto con el poste, que volvió a repeler un centro de Sergi Roberto.
Cuando el Valencia comenzaba a tomar aire y Rodrigo había gozado de dos ocasiones para sentenciar (una la sacó Ter Stegen y otra la remató alta), un Messi enorme pese a sus problemas físicos se sacó de la manga un gran disparo desde la frontal y empató el partido tras un gran esfuerzo barcelonista.