Redacción – Si los despachos no deciden lo contrario por la anunciada impugnación del Levante, el Barça estará en el bombo de cuartos de final de la Copa del Rey. En una gran noche de Dembélé, con dos goles y un entendimiento letal con Messi, autor del tercero, el Barça fue muy superior al Levante y remontó la eliminatoria del octavos de final. La presión fue esta vez azulgrana. Y también las ocasiones y los goles, que se resistieron a los valencianos hasta el final, cuando pusieron a prueba tímidamente a Cillessen.

El partido y las necesidades para superar la eliminatoria fueron leídos a la perfección por el Barça, que volvió a exhibir oficio en defensa, encontró la forma de hacer daño en ataque en los momentos precisos y mantuvo un ritmo competitivo hasta los minutos fdinales, en los que Luis Suárez, que jugó la última media hora, buscó el cuarto gol.

El Levante salió vivo del primer tiempo, pero podría haber quedado a merced de los despachos ya antes del descanso. Timorato, perdiendo tiempo casi desde el saque inicial, no se pareció en nada al de la ida. Presionaba tímidamente y su dibujo con tres centrales claros era más un 5-3-2 que un 3-5-2. Todo lo contrario que el Barça, que con la misma concentración defensiva de los últimos partidos y con un Lenglet liderando la zaga al lado de un Murillo solvente pero con un excedente de nervios (va a tarjeta por partido) controló los tímidos avisos valencianos y se dedicó a apretar arriba e ir madurando el partido.

Valverde dejó a Suárez en el banco y Messi tardó unos minutos en sentirse cómodo por el eje. En cuanto encontró a Dembélé, que volvió loco a Moses, Leo se soltó. Tras un chut cruzado que rechazó el portero y un disparo de falta peligroso, llegaron dos minutos explosivos, con sendos goles de Dembélé a pase del crack argentino.

El primero llegó tras un robo de Leo ante Rober Pier y un pase interior por el centro a Dembélé, que en pugna con Cabaco acabó impulsando el balón al interior de la portería.

Y el segundo, en pleno desconcierto levantinista, nuevo pase de Leo a Ousmane, que superó al meta y levantó el balón para entrase suavemente en la portería.

Y tuvieron el tercero Messi, esta vez a pase de Dembélé, y de nuevo el francés, pero una oportunidad fue rechazada por el meta y otra se perdió por poco. Y, justo antes de la media parte, triple ocasión en una contra conjunta de todo el equipo: Coutinho, Messi y Arturo Vidal remataron, pero sin éxito.

El tercero, finalmente, llegó en los primeros compases del segundo acto y, aparentemente, acabó con las expectativas de un Levante que mantuvo la misma línea de apatía. Dembélé y Messi volvieron a ser protagonistas. El francés combinó con su socio habitual en la banda derecha, Semedo, que habilitó a Leo con un gran pase.

Esta vez, el argentino no perdonó ante Aitor Fernández y puso partido y eliminatoria cuesta abajo, a expensas del recurso levantinista por la alineación de Chumi en la ida o de una reacción final, teniendo en cuenta que un gol del Levante volvía a ponerle en la lucha.

No llegó el gol, pese a buenas acciones de Bardhi y a una serie de cambios que dinamizaron al equipo valenciano, que sin embargo no recurrió a Morales, su mejor pieza.