Redacción – Novak Djokovic ya está en las semifinales del Open de Australia. Lo ha hecho de forma mucho más cómoda de la esperada, tras superar por 6-1, 4-1 y retirada a un Kei Nishikori que ha pagado el esfuerzo físico hecho durante su partido de más de cinco horas en octavos frente a Pablo Carreño. Con apenas cincuenta minutos de partido, el japonés ha decidido retirarse por problemas físicos.
Veinte minutos antes, una vez acabado el primer set, Nishikori había solicitado la atención del fisioterapeuta por problemas en el muslo derecho. Con poca movilidad y con menos precisión, el japonés ha sufrido un calvario ante un Djokovic que ha arrasado sin necesidad de forzar la máquina. Nishikori lo ha pasado especialmente mal al poner en juego la bola en el saque, situación que ha provocado posiciones muy cómodas para un Djokovic que no ha perdonado.
No ha habido mucha historia en un duelo en el que Djokovic no ha encontrado oposición a sus servicios y en el que ha dominado con comodidad al japonés. Catorce golpes ganadores frente a cinco y tan solo nueve errores no forzados por veintiocho de Nishikori han sido fiel reflejo de ello. Lo cierto, eso sí, es que Djokovic también ha encontrado un escenario propicio para soltar su brazo y para coger confianza de cara a las semifinales.
De salida ha roto Djokovic el servicio de Nishikori. El serbio ha cogido la iniciativa desde el fondo de pista, con puntos rápidos ante un Nishikori sin apenas movilidad, dispuesto a arriesgar más de la cuenta con sus golpes con el fin de no correr. A pesar de algunos regalos del serbio con su derecha, poco habituales, el 6-1 ha sido incontestable. Ha pedido entonces tiempo médico Nishikori, a quien se ha aplicado un masaje y un vendaje en su muslo para ver si mejoraba en sensaciones de cara a la segunda manga.
En ella se ha apuntado el primer juego el japonés, un espejismo ante lo que ocurría en la pista. A toda velocidad, Djokovic se ha llevado cuatro juegos consecutivos, sin dar ninguna opción a la esperanza a un Nishikori quue, dispuesto a no sufrir más, ha decidido retirarse.
De esta manera, Djokovic será el rival en semifinales el próximo viernes contra Lucas Pouille, a quien se medirá por primera vez en el circuito. Regresa así ‘Nole’ a una penúltima ronda de Melbourne que no pisaba desde 2016. Eso sí, en las seis ocasiones en las que la alcanzó, el serbio fue el protagonista de la foto final con el trofeo.