Se jugaba el minuto 46 del clásico inglés entre el Manchester United y el Liverpool en Old Trafford, con 0-3 en el marcador, cuando Cristiano Ronaldo protagonizó un momento que recordó al de Pepe en un encuentro ante el Getafe hace ya unos años con el Real Madrid.
En un balón dividido en la línea de fondo pero con el juego ya parado, Cristiano empezó a patear el balón cuando lo tenía protegido el futbolista del Liverpool Curtis Jones.
Por tres veces chutó la pelota pese a que estaba pegada al estómago de Jones, lo que levantó las iras de los jugadores reds. El árbitro no dudó un instante y se echó la mano al bolsillo.
Aunque los jugadores del Liverpool le pedían la roja, al final Cristiano vio la amarilla y evitó la expulsión. Para muchos analistas, su situación de menospreció merecía la roja, pese a que el impacto no hubiera sido directo al rival.
Cristiano fue uno de los jugadores más frustrados en la dura derrota del United ante el Liverpool. También su compatriota Bruno Fernandes, que vio la amarilla en el segundo tiempo por otra dura entrada abajo que bien pudo lesionar a un jugador del Liverpool.