Desde que pisó suelo mexicano para formalizar su acuerdo como nuevo jugador de Pumas, Dani Alves dijo que estaba listo para jugar. No mentía.
El astro brasileño disputó el miércoles por la noche su primer encuentro oficial con Pumas y aportó una asistencia para que su nuevo equipo empatara 1-1 con Mazatlán en la quinta fecha del torneo Apertura en México.
El venezolano Eduard Bello abrió el marcador con un cabezazo a los 75 minutos para adelantar a los visitantes. Alves cobró un tiro de esquina para asistir al argentino Nicolás Freire, quien hizo el tanto del empate a los 90.
“Fue especial vivir esta experiencia, este campeonato, el convivir en esta institución con esta gente que muestra cariño especial por mí. Siento no haber ayudado a conseguir la victoria, pero así es el fútbol, hay que trabajar y ser más sólidos como equipo para seguir ascendiendo posiciones”, dijo Alves a la cadena TUDN.
Mazatlán ahora tiene tres puntos, con los que se mantiene en el penúltimo lugar.
“Deberíamos tener al menos siete u ocho puntos me duele mucho, pero es parte de lo que puede pasar”, dijo el entrenador de Mazatlán, Gabriel Caballero. “Hay veces que el fútbol te da y te quita estos últimos dos juegos nos han quitado dos puntos más no me voy a lamentar”.
Pumas, que venía de empatar sin goles con Pachuca, acumula siete unidades con las que se ubica en la séptima posición.
Alves, de 39 años y el jugador más laureado de la historia, arribó a México el viernes y luego de pasar pruebas médicas firmó su acuerdo por un año con el cuadro universitario, uno de los cuatro más populares en México, que sorprendió con el convenio.
“Fue un poco difícil por las circunstancias, pero poco a poco vamos a ir conociendo a los compañeros para entender cómo juegan, cómo les gustan los balones”, dijo Alves. “Fue un partido complicado porque se nos resistió el gol, pero el equipo se echó para adelante y quizá nos faltó precisión en la definición”.
Los felinos se han manejado en los últimos años con una nómina modesta que, a pesar de eso, alcanzó finales de liga casi hace un par de años y de la Liga de Campeones de la CONCACAF, apenas el semestre pasado.
Alves, quien pasó los últimos seis meses de su ilustre carrera con el Barcelona, realizó trámites migratorios en Guatemala el lunes y con sólo un par de entrenamientos, convenció al entrenador Andrés Lillini para jugar su primer partido en la capital mexicana, ubicada a 2.240 metros de altitud.
“Alves seguramente los últimos 15 minutos los sintió por la altura y su primer encuentro, pero lo hizo destacadamente bien, ahora tendrá más partidos de adaptación, pero no le costará trabajo, tiene un físico impresionante”, dijo Lillini.
Lillini puso a jugar al brasileño como un volante interior por derecha y no como lateral por esa banda, la posición usual a lo largo de su carrera.
“Jugamos 4-3-3 con dos (volantes) internos donde él se siente bien ahí, era una noche de poco juego con laterales y más creación de juego ante un equipo que venía a contragolpear, por eso puse un triángulo con él ahí para progresar en ataque y funcionó bien”, agregó Lillini.
Aunque su debut era incierto y sólo se confirmó horas antes del encuentro, la presentación de Alves citó a miles de hinchas de Pumas en el estadio Universitario localizado, ubicado en el sur de la capital.
El inmueble, sede de los Olímpicos de 1968, lució casi lleno a pesar de que el encuentro se realizó a media semana y Mazatlán no es un rival con mucho cartel.
Pumas dio un primer aviso a puerta con un intento del argentino Juan Dinenno que se fue desviado a los cinco minutos.
Alves probó suerte poco después y realizó un disparo a la portería desde 30 metros a los 16, pero el esférico se fue desviado.
Después de eso, el brasileño realizó una jugada de pared con el argentino Eduardo “Toto” Salvio que levantó a los hinchas del graderío.
En el complemento, Alves siguió intentando generar fútbol con los argentinos Dinenno, Salvio y Gustavo del Prete, pero fue evidente la falta de entendimiento.
Fue Salvio quien estuvo cerca de abrir el marcador a los 65 con un tiro de media distancia que fue rechazado por el portero uruguayo Nicolás Vikonis.
Mazatlán se adelantó cuando Bello recibió un centro por la derecha y conectó un remate de cabeza que dejó estático al portero Julio González.
Pumas estuvo cerca del empate con un tiro de Salvio que se fue desviado y luego con otro de Efraín Velarde a los 79, que fue rechazado por Vikonis.
Cuando expiraba el partido, Alves cobró un tiro de esquina por izquierda y mandó un centro al corazón del área donde Freire conectó un cabezazo que entró pegado al poste izquierdo de Vikonis para poner el 1-1 final.