Boca Juniors rescató un punto ante Gimnasia y Esgrima de la Plata en el inicio de la Copa de la Liga de Argentina

0
651

Boca Juniors, actual bicampeón del fútbol de Argentina, rescató un empate en la parte final del partido ante Gimnasia y Esgrima La Plata en el primer partido de la Zona B de la Copa de Liga Profesional de Fútbol.

Boca no pudo ganar en La Bombonera como local empató 2-2 gracias a los goles de Carlos Izquierdoz y Edwin Cardona para el dueño de casa, y Guiffrey y Brahian Alemán para la visita.

El Lobo planteó un partido para cortarle los caminos de la elaboración al local. La dupla técnica de la visita apostó a tomar la salida habitualmente limpia del juvenil Varela en pos de evitar que el balón llegara claro a los cuatro hombres de ofensiva dispuestos por Russo (Villa, Cardona, Tevez y Zárate). Además, puso el foco en el sector izquierdo del ataque, derecho de la defensa auriazul, para machacar, con Ramírez a espaldas de Jara.

Boca se vio obligado a salir en largo. O a hacer trasladar a los centrales. Así y todo, cuando los de arriba lograron activarse, lastimó. A los 9′, el arquero Insfran se anticipó a Tevez dentro del área. A los 12, Cardona enganchó y remató como más le gusta, de frente y con efecto, pero su intento salió desviado. A los 13, el Apache puso a Zárate cara a cara con el portero adversario, pero otra vez salió rápido el guardameta.

Gimnasia padeció las lesiones. Pérez García salió a pocos minutos de iniciado el cotejo (ingresó “Confite” Miranda). A los 30 perdió por un golpe a Víctor Ayala (saltó al campo el colombiano Johan Carbonero). Fue desde Ramírez que provocó más riesgo. Un desborde suyo por izquierda, con Contín bien ubicado para el centro atrás, terminó en un tiro que dio en el costado de la red. A los 32′, Alemán, astuto, filtró para Carbonero, quien resolvió mano a mano. Ahí surgió la figura de Andrada.

Pero lo que no encontraba por abajo, Boca lo halló en el juego aéreo. A los 42 minutos, Cardona lanzó un córner con precisión, Izquierdoz se quitó la marca de Coronel y con una palomita perfecta y quirúrgicamente direccionada, puso el 1-0 para el Xeneize.

Pero el Tripero devolvió gentilezas por la misma vía, en una acción que pareció preparada. Ejecutó un tiro de esquina largo y abierto, hacia la posición de Weigandt, que metió el esférico hacia el corazón del área y de derecha. Allí se impuso Guiffrey, ganándole de arriba a Zambrano: 1-1 y a empezar de nuevo para el dueño de casa.

El inicio del segundo tiempo ofreció la misma esencia del primero. Un Gimnasia bien plantado y cómodo en el dibujo, obligando a Boca a partirse en dos, con Carbonero transformado en flecha por izquierda y con Alemán sin perder orden por derecha, pero suelto y conductor en ataque, al punto de entronizarse como uno de los destacados del cotejo. A los 8′ del complemento, dibujó una acción individual que concluyó con un remate desde la puerta del área que mereció ser gol.

En contrapartida, el Xeneize opuso su jerarquía, los destellos de sus nombres ofensivos cuando lograron conectarse. A los 2′, sin ir más lejos, se combinaron Cardona y Zárate, y el cabezazo del ex Vélez no terminó en la red sólo por la gran respuesta de Insfrán, a una mano, abajo y a su izquierda.

Esa mejor fisonomía de equipo de los platenses se plasmó en el marcador. A los 17′ del ST, Carbonero envió hacia el área, la bajó Contín y Alemán, de cabeza, puso el 2-1 ante una defensa muy pasiva por parte de los dirigidos por Miguel Ángel Russo.

Para sumar preocupaciones para los auriazules: a los 23 minutos se lesionó Mauro Zárate tras realizar un esfuerzo extra para llegar a un balón cruzado. Salió con visibles muestras de dolor (la zona de la dolencia fue la cadera derecha) y con dificultades para caminar. En su lugar ingresó Salvio; también pisó el césped el juvenil Medina, para mejorar la calidad de la posesión.

Boca empujó para salvar las ropas del campeón defensor. Con más voluntad de claridad, pero mucha voluntad, ante un contendiente que se fundió físicamente. Y a los 40 minutos, Edwin Cardona confirmó por qué Riquelme lo quiere dentro del campo de juego. A 20 metros del arco, dispuso de un tiro libre, que ejecutó casi sin carrera. Su caricia vulneró a Insfrán y se convirtió en el 2-2.

Un punto que puede ser de partida para Boca, que mostró mucho por mejorar tras un parate en el que vivió rodeado de polémicas por las diferencias entre el plantel, el cuerpo técnico y el Consejo de Fútbol. Gimnasia, en tanto, ofreció una interesante plataforma, con menos recursos que el campeón defensor, pero nobles y aplicados, al punto de que pudieron darle la victoria a los visitantes.