En el día de su 106 aniversario, América convirtió en salón de fiestas el Estadio Cuauhtémoc. El Puebla bailó al ritmo de las Águilas, en la goleada de 6-1 sobre la Franja.
América jugó en 12 de octubre y dejó en el pasado los recuerdos amargos de otros aniversarios. Pudo ser Chivas la pareja de baile, pero terminó por ser Puebla, que se llevó seis goles en el juego de ida de los cuartos de final.
El único que quiso meter ruido a la fiesta de las Águilas fue Jordi Cortizo, que salió a defender la casa y evitar que se conviertiera en una especie de salón de fiestas para los azulcrema. El mediocampista de La Franja hizo el 1-0, el único signo de vida de los locales.
Faltaban más de 10 minutos y los aficionados del Puebla ya salían del estadio, sabiendo que el América se había apoderado del Cuauhtémoc, al convertir el recinto en una sucursal azulcrema.
La figura fue Henry Martín, que anotó dos goles y sigue alzando la mano para ser titular en Qatar 2022 con la selección mexicana. Entre paredes, pantallas y goles, el americanismo cada vez suma más adeptos.
El América de Fernando Ortíz no se conforma con uno o dos goles, lo demostró a lo largo del torneo y después de 10 días de ‘descanso’ volvió a presentar una de sus mejores versiones.
El gol de Jordi Cortizo quedó en anécdota después del par de Henry Martín, uno más de Diego Valdes, otro de Zendejas, el de Brian Rodríguez y el último de Federico Viñas.
El popular Nicolás Larcamon se quedó con las manos en los bolsillos, Fernando Ortiz dejó de dar órdenes a sus dirigidos, la afición del Puebla se fue del estadio y los americanistas, tanto cancha como en grada, se quedaron a festejar en el Cuauhtémoc sus 106 años ‘de grandeza’, como dicen algunos.
