Redacción – El pasado 28 de enero el TSJC (Tribunal Superior de Justicia de Catalunya) emitió un comunicado anunciando que el juicio por el contencioso que mantienen Neymar y el FC Barcelona, en el que el brasileño reclama al club azulgrana la prima de renovación, quedaba aplazado.

Según ABC, el retraso del juicio, que se ha trasladado al 21 de marzo, se debía al retraso en la cumplimentación de un trámite para que uno de los testigos solicitados por el Barça pudieran testificar. El mismo rotativo señala directamente al presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, y uno de los testimonios solicitados por el Barça, como uno de los ‘responsables’ de este retraso por intereses propios.

El máximo mandatario del club francés es consciente del poder que puede tener su declaración en el juicio laboral que mantienen su jugador y el Barcelona. Y ha decidido urdir una estrategia con la que asegurarse la continuidad de Neymar ante los continuos rumores de la intención del delantero brasileño de abandonar el PSG este próximo verano. Según ABC, si Al-Khelaïfi detalla el fichaje de atacante podría comprometer las tesis de s us abogados por lo que su silencio tiene un precio: los 75 millones con los que el Barcelona pide ser indemnizado por incumplimiento de contrato.

“Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, manifiesta haber recibido la citación para comparecer en calidad de testigo el día 31/01/2019 pero solicita que se le cite según la normativa europea”, detalla el Juzgado de lo Social número 15 de Barcelona en el procedimiento ordinario entre las dos partes. El Barcelona tiene hasta el jueves para citar al dirigente del PSG siguiendo los trámites de la justicia francesa, trasladándole el acto de notificación a un Hussier para que la haga efectiva.