Redacción – Renovado. Así podríamos calificar a Nani Roma (46 años) tras una charla mantenida con MD. El piloto de Folgueroles se retiró de la pasada edición del Dakar tras un fuerte accidente, aterrizando tras saltar una duna cortada que le pilló desprevenido. Se quedo semiinconsciente. No respondía a su copiloto Àlex Haro y su Mini terminó volcando. Un año después de aquel instante lleno de incertidumbre y miedo, el catalán volverá a retar a las dunas sudamericanas con ganas de tomarse su propia revancha. Con un coche más competitivo, regresa con toda aquella historia olvidada y lo hace a lo grande, con ganas de luchar por el touareg de bronce.
Después del susto que sufrió en 2018, ¿cómo se encuentra?
Estoy bien. Hemos cerrado no solo un capítulo, sino un libro entero. Ahora empezamos algo nuevo, un proyecto diferente, un Dakar diferente. Ni pienso en ello. Lo hago porque los periodistas me preguntáis, pero para mí aquel susto está olvidado y estoy concentrado en hacer un buen trabajo. Llegamos al Dakar muy motivados.
Estoy bien. Hemos cerrado no solo un capítulo, sino un libro entero. Ahora empezamos algo nuevo, un proyecto diferente, un Dakar diferente. Ni pienso en ello
¿Cómo fue la recuperación?
Sobre todo, mucho reposo. No tenía ninguna fractura en las cervicales ni nada y por lo tanto fue solo descanso y empezar a entrenar, a hacer cosas y mirándome que todo estuviera bien.
Usted que tiene hijos pequeños muy amantes del motor, ¿cree que es importante que hayan visto esta parte tan dura de este deporte?
Claro. Sobre todo, la parte que te demuestra lo difícil que es todo. Es un deporte peligroso y tenemos tendencia a ver los minutos que te da la prensa y televisión, pero detrás de todo eso hay un gran trabajo que la gente no conoce. Es muy difícil. Siempre se lo digo a los padres de los amigos de mis hijos cuando van a hacer motocross, que cuesta mucho hacerlo bien, que es peligroso, que cuando te lesionas te tienes recuperar bien. No es un mundo nada fácil. Y ahora, año nuevo ¡Y vida nueva! (risas).
Año nuevo, Dakar nuevo, y lo que pasó ya está olvidado. Volvió a competir en el Silk Way Rally y se encontró mal. ¿Le molestó que se dudara de si se había recuperado bien?
Me encontré mal, hacía 7 meses que no competía y tuve un problema de estómago, y entonces la gente ya empezó a hablar. Y yo también al principio pensé lo mismo. ‘A ver si no me habré recuperado’, pensé. Pero luego ya vi que sí. Ganamos las tres carreras posteriores que hicimos y competimos muy bien, así que está todo superado.
¿Cómo llega al Dakar?
Ganar da confianza. Hemos hecho una muy buena temporada. El objetivo es hacerlo muy bien. Siempre somos autoexigentes. Las expectativas son las máximas. Si no pensara en ganar la carrera sería un error. Trabajamos mucho para ganar y luego la competición es la competición. Es lo bueno del deporte,que nunca sabes lo que va a pasar.
¿Cómo ve a sus rivales?
Empezamos con Loeb. Es un piloto súper rápido y volverá a ser competitivo. Nasser Al-Attiyah es un piloto muy rápido y complicado. En el contexto en el que correremos, de dunas y arena, será difícil batirle. Devilliers siempre está ahí y será un rival difícil, y luego en nuestra casa, en Mini, están Stéphane (Peterhansel) o Carlos (Sainz) con el buggy. Uno ha ganado el Dakar 13 veces y el otro, dos. Son pilotos muy veloces, con mucha garra y ganas. Añadiría a Kuba Przygonski, un piloto de 4×4 que ha ganado el Mundial de Raids. Hay 7 u 8 pilotos con posibilidades de ganar. La carrera será muy complicada.
¿Ha podido charlar ya con Carlos y ‘picarse’ un poco antes del Dakar?
No, porque solo coincidimos en Marruecos. Realmente, creo que la llegada de Carlos aporta muchas cosas al equipo. Cuando vienen pilotos de gran nivel a tu equipo siempre aportan, suman más que restan. Tanto Carlos como Stéphane serían rivales tanto si llevaran un Peugeot como llevando un Mini, así que mejor tenerlos en casa. Además, la gente que llega de fuera tiene puntos de vista diferentes de cómo el equipo hace las cosas y eso siempre es positivo. Le damos la bienvenida. Suma, y la gente que suma, me funciona.
¿Por qué?
Porque en teoría los buggies se terminaban en 2018 y en 2019 ya venía el denominado 4×4 plus. Cuando hace dos años firmé por Mini, los buggies se quedaban fuera en 2019. Yo ya estaba con el 4×4 y pensé que para ir solo un año con el buggy… pero luego todo cambió y han seguido en carrera. A parte, el del buggy era un proyecto de otra marca de bebidas energéticas y yo soy de Monster, por lo que no encajábamos.
¿Cómo se siente con su Mini?
Me siento muy cómodo con el 4×4. Es un coche que va muy bien y encima con las mejoras que hemos hecho y todo lo que hemos mejorado es una muy buena máquina. Me siento muy bien con este coche y eso hace que ni siquiera me planteara el cambio a un buggy. Pensaba solo en mejorar y trabajar con mi 4×4.
Me siento muy bien con este coche y eso hace que ni siquiera me planteara el cambio a un buggy. Pensaba solo en mejorar y trabajar con mi 4×4
¿Cuál es su punto fuerte?
Hay una parte en la que somos más competitivos. Con el 4×4 en las dunas, en momentos delicados, es más fácil salir, mientras que los buggies son más rápidos fuera de pista pero en las dunas nos equilibramos, porque cuando ellos cometen un error se quedan estancados con más facilidad. Pero al final, cuando lo pones todo en la balanza, creo que todo está muy equilibrado entre ambos.
Va a ser un Dakar diferente, de menos días y complicado.
Va a ser un Dakar complejo, en un contexto diferente al que conocemos, de dunas. Va a ser muy corto pero muy intenso. El día a día va a ser duro hasta el último kilómetro. Cuando preparas un Dakar miras las etapas duras, las menos duras, las de arena, las que tienes que vigilar de cometer menos errores, pero este año va a ser muy intenso siempre. Vas a pasar 3 horas al día en las que no vas a ver nada, verás todas las dunas planas (por el sol) con un nivel de concentración muy difícil. Hemos hecho un gran trabajo todo el año y seremos muy competitivos”.