No hay límite para Antoine Griezmann, cuyo fantástico momento decide cada partido, imparable casi siempre y fulminante para El Cádiz, al que doblegó en dos instantes, con el 1-0 en apenas en un minuto y 4 segundos y con el 2-0 antes de la media hora con los que desató la goleada del Atlético de Madrid (5-1), con su enésima demostración diferencial para sobrepasar al Real Madrid.
Al son inicial de Griezmann, el jugador total que marca este momento del curso en LaLiga Santander, también el futbolista que en ciertos sectores altos del club consideraron prescindible en verano o el atacante relegado a media hora en los siete primeros encuentros, pero también en otro partido incontenible del equipo, con los restantes goles de Morata, Carrasco (anotó el primer penalti a favor de toda esta Liga) y Nahuel Molina, el Atlético ya es segundo en la clasificación. Quedan cinco choques.
En la jornada 18, estaba a trece puntos del Real Madrid, segundo entonces. En la 33, 15 después, el equipo de Simeone lo ha adelantado un punto por encima. En las últimas ocho citas, ha sumado nueve puntos más que su ‘eterno’ rival para alimentar un aliciente que antes ni existía ni imaginaba: terminar segundo esta Liga, sólo por detrás del Barcelona, al que ya no le da tiempo a llegar.
En contexto, con el indudable fiasco que supuso todo el primer tramo, a toda celeridad fuera de dónde debía estar todo el curso, en la competencia directa por ser campeón, y eliminado de todo torneo europeo, anima el último tramo, maquilla el curso y retoca la nota del Atlético, siempre en el podio en cada una de las campañas enteras de Simeone.
Todo lo marca el resultado. No hay otra en el fútbol. Es la máxima que siempre defendió el propio técnico argentino, que ha retrocedido al pasado, al campeón de la Liga 2021-22, para reencontrarse con el presente y el futuro. Sus nueve victorias en las últimas diez jornadas del campeonato y su única derrota en los 17 duelos más recientes en esta competición son una respuesta incontestable, sea cuál sea el juego, que lo realza todavía más ahora.
Ni siquiera notó la baja de hasta cinco jugadores para el duelo nocturno de este miércoles en el Metropolitano (pese a ser día laborable, tanto este miércoles como el jueves, se reunieron 42.023 espectadores en el territorio rojiblanco) de los que todos pueden considerarse titulares en un once tipo del técnico argentino (Jan Oblak, Memphis Depay, Marcos Llorente, Stefan Savic y Reinildo Mandava). Es la confianza. Son los resultados.
En un minuto y cuatro segundos, ya ganaba por 1-0, cuando Griezmann remachó como si fuera fácil, un día más en la oficina, el pase atrás que le entregó Yannick Carrasco. Después, es cierto que reapareció el Cádiz, con un tiro desviado de Álvaro Negredo, uno de los nueve cambios con los que compareció Sergio González en el Metropolitano, y un gol anulado por fuera de juego a Momo Mbaye. Tanto como que el Atlético ya no le permitió más margen.
Minuto 27: Griezmann, Lemar, Griezmann… Y gol. El 2-0. El decimotercer tanto en esta Liga del ‘Principito’, que añade otras dos asistencias. Para ponerlo en valor, el Atlético ha marcado 60 goles en total. En el 41 por ciento fue indispensable el internacional francés, que sentenció el encuentro con más de una hora por jugar. No se exigió del todo el conjunto rojiblanco, que encadenó suficientes ocasiones para golear al intermedio. Lo logró después.
No lo hizo antes porque Ledesma se cruzó ante Morata. O porque el delantero estrelló en la cruceta un remate que debía haber sido gol después. En cualquier, no aparentaba ni siquiera ningún riesgo el resultado. Al Cádiz no se le veía por la portería de Grbic, el sustituto por tercer choque seguido de Jan Oblak. No intervino en toda la primera parte.
Entre las facilidades defensivas que concedió el Cádiz, el Atlético agrandó aún más la diferencia en el comienzo del segundo tiempo. El pase fue de Hermoso, que tuvo todo el tiempo que quiso para pensar dentro del área, y el remate solitario de Morata, más solo todavía, para marcar su tercer gol en las últimas tres jornadas. Se abrazó a Reguilón, como el otro día ante el Valladolid. El conjunto rojiblanco suma 13 tantos en tres compromisos.
El equipo amarillo jamás tuvo una opción real en el Metropolitano. Su primera victoria en terreno rojiblanco aún es imposible. Le ocurrió al Mallorca, al Almería, al Sevilla, al Valencia… A cada uno de los últimos siete visitantes, incluido él, a un campo que ha recuperado su fuerza…
Y festejó con euforia el primer penalti de la temporada a favor del Atlético, por una mano de Alcaraz que revisó el árbitro, Soto Grado, para señalarla como pena máxima. La primera de toda esta Liga para el equipo rojiblanco. La transformó Carrasco en la misma portería en la que quedó eliminado de la Liga de Campeones ante el Bayer Leverkusen. El pasado 27 de octubre. Seis meses después, la mutación del Atlético es formidable. No hay comparación.
Aún hubo margen para el golazo de Lozano, con un maravilloso derechazo, pero también para la respuesta inmediata de Nahuel Molina, en la siguiente acción, con el 5-1. Ya no había partido desde mucho antes, desde que Griezmann había establecido la diferencia. El Atlético ya es segundo. Impensable no hace mucho. Insuficiente en su ambición inicial.