Ni Brasil, Alemania, Inglaterra, Portugal, España llegó a luchar esta parte de duelo mundial deportivo. Croacia y Marruecos sí disfrutaron de un partido histórico por el bronce de esta batalla.
Las dos revelaciones de la Copa del Mundo, que ya se habían batido en el grupo F (0-0), llegaron donde otros grandes no pudieron. Y Croacia, finalista en 2018, amarró el tercer puesto tras derrotar (2-1) a Marruecos. Un hito más para esta pequeña nación europea -no llegan a los cuatro millones de habitantes- que es un gigante en los Mundiales desde su independencia en los años 90.
La generación de Modric, Perisic, Kovacic, Kramaric, Lovren, Brozovic… subcampeona en 2018, repitió el tercer puesto que alcanzaron en Francia 1998 Suker, Boban Prosinecki, Jarni y compañía. La plata de Rusia y el tercer lugar en Qatar son un exitazo para un grupo de profesionales, a los mandos de Dalic, que se va apagando. Sin embargo, con la Euro 2024 en un año y medio y la Nations en junio de 2023, todavía les puede quedar un último baile. Ver a Modric siempre es un lujazo.
El futuro de Croacia viste ya la elástica arlequinada. Gvardiol, una de las sensaciones del Mundial que quedó señalado tras el jugadón de Messi, subió su cotización unos millones más abriendo el partido con un golazo de cabeza. Una jugada de pizarra que acabó con una asistencia de testa del multiusos Perisic -jugó de lateral izquierdo ayer- que el central del Leipzig mandó a la red. Una diana que respondió de inmediato Marruecos. A los dos minutos del gol croata, Dari, en otra jugada a balón parado, anotó de cabeza el empate tras un rebote.
El combinado de Regragui volvía a estar en le pelea tras una Copa del Mundo para la eternidad. Ninguna selección africana ni árabe había alcanzado nunca las semifinales. Y lo hicieron colocando en el mapa a desconocidos como Amrabat o Ounahi -suplente ayer ante Croacia-. Sin embargo, les faltaron piernas tras el desgaste defensivo ante Bélgica, España, Portugal y Francia para catar metal mundialista.
Un cansancio que se cebó con su zaga. Aguerd, Saiss y Mazraoui no estuvieron por lesión y cayeron durante el duelo El Yamiq y Dari. Sin embargo, el muro de Bono lo terminó de resquebrajar Orsic. El talento del Dinamo Zagreb clavó un golazo, con la derecha y con un chut medido y tocadito al palo, que le otorgó el tercer puesto a Croacia. Dalic le ha dado menos minutos de los que merecía el atacante, que fue un tormento para su rival.
Marruecos lo intentó en la segunda mitad y Amrabat forzó un penalti a Gvardiol que se fue al limbo. Los de Regragui nunca se rindieron. Lo intentaron, obviando al cansancio, y En-Nesyri rozó la prórroga. Habría sido lo esperado tras el camino hasta las semis de ambos, que estuvo lleno de tiempos extras, penaltis… El Mundial marroquí fue de matrícula como el de Croacia. Ambas merecían el bronce, que fue croata. Y lo celebraron como tal. No es para menos.