Redacción – Neymar podría volver al Barcelona y esa posibilidad, impensable hace unos meses, empieza a visualizarse como factible alrededor del club, desde donde se repiten mensajes tan claros desde el vestuario como neutros desde los despachos, no cerrándose ya la puerta a un regreso que, se sabe, desearía el futbolista brasileño.
Esa operación, tan utópica en el pasado como probable en la actualidad, tendría en Dembélé a una pieza trascendental, entendiéndose como se sospecha en el Camp Nou la cada vez más incómoda posición del jugador francés, atacado sin reservas desde el entorno y señalado desde un vestuario en el que no se han ahorrado críticas a su actitud.
La difícil situación que atraviesa el PSG, investigado como está por la UEFA en relación al fair play financiero, apoyaría la opción de plantear un intercambio entre Neymar y Dembélé, que le supusiera al Barça un desembolso asumible para recuperar al brasileño en una operación en la que, perdiendo dinero, pudiera presentarse como factible para la economía azulgrana y, a la vez, significase una buena salida para el club francés ante el máximo organismo futbolístico.
“Neymar es uno de los mejores del mundo y nadie le cerraría la puerta. Nos encantaría que volviese porque mejoraría al Barça y a todos nosotros”, proclamó abiertamente este miércoles Carles Aleñá, durante una entrevista con la Cadena Cope en la que verbalizó una opinión que se entiende mayoritaria entre la plantilla, donde el brasileño mantiene un ascendente absoluto más de un año después de su marcha y que se demostró este mismo jueves con la proclamación de Rafinha: “Es de los mejores y estaría encantado de que volviera”
Solo un mes después de que el vicepresidente Jordi Cardoner tratase de pinchar el globo asegurando que la junta del Barça “no se ha planteado recuperar a Neymar”, el manager general Pep Segura se alejó de cualquier extremo solventando que esa opción “no está encima de la mesa” pero alertando que “en función de las circunstancias del mercado deberemos valorar las mejores expectativas”, negándose a desestimar el retorno del brasileño y llegando a poner la opción sobre la mesa: “Si creemos que pese a la afrenta que nos hizo, debe ser él, será él”.
Las declaraciones de Rafinha o Aleñá no fueron más que la continuación de otras anteriores, Rakitic o Ter Stegen abiertamente, y de los habituales y no siempre conocidos viajes del futbolista del PSG a Barcelona, acudiendo incluso a la ciudad deportiva del club azulgrana o mostrando en las redes sociales su estrecha relación con Messi y Luis Suárez, además de Piqué o Coutinho.
Si los mensajes que se trasladan desde la plantilla en relación a Neymar quedan claros, también lo son los que desnudan a un Dembélé que a cada día que pasa da la sensación de mayor soledad en el camerino. Le señaló un día Rakitic, le dio un toque otro Piqué y acabó atizándole Luis Suárez de manera indisimulada… Mientras desde los despachos se mantiene un silencio tan sepulcral como sospechoso.
De hecho, y por más que Valverde enfoca el asunto con toda la discreción posible, en el club aumenta la impaciencia y nadie niega con rotundidad que pudiera llegarse a estudiar el traspaso del jugador francés.
Apuesta personal del antiguo secretario técnico Robert Fernández, el favor por Dembélé se ha derrumbado en el Barcelona… Y el tan cacareado posible regreso de Neymar al Camp Nou podría acabar por facilitar una solución impensable, para el Barça y favorable para el PSG.