A pesar de la tremenda carga de partidos que lleva, con cinco encuentros disputados en los últimos 14 días, el Liverpool cumplió (1-2) en su visita al Southampton y mantendrá viva la lucha por la Premier League hasta el próximo domingo. Los dos últimos campeones del fútbol inglés se jugarán el título en una última jornada que se disputará en horario unificado 10:00 AM todos los partidos y en la que los ‘reds’ recibirán al Wolverhampton y los de Pep Guardiola al Aston Villa de dos ex ‘reds’ como Phillipe Coutinho y Steven Gerrard, que podría hacerle un favor al equipo de su vida y ponerle en bandeja un título que la leyenda de Anfield jamás logró como futbolista. Ni lobos ni villanos, ya salvados y sin aspiraciones europeas de cara al próximo curso, se juegan nada en una última fecha que promete ser de infarto.
Minamino y Matip, de rebote, voltearon el golazo inicial de Armstrong y le dieron tres puntos decisivos a un Liverpool que rotó masivamente después de los 120’ disputados el pasado domingo en la final de la FA Cup que se llevaron los de Jürgen Klopp ante el Chelsea en la tanda de penaltis. Solo Alisson y Konaté repitieron en un once en el que, por supuesto, no estuvieron ni Van Dijk ni Salah, lesionados en Wembley y cuyo objetivo debe ser el de disputar la final de la Champions League contra el Real Madrid el próximo día 18.
Precisamente Alisson evitó el gol de Broja, al que achicó perfectamente, cuando ni siquiera se habían jugado diez minutos. Aunque nada pudo hacer el brasileño en el gol de Redmond, que estrenó su casillero realizador del curso en Premier League con un golazo en el que el Liverpool reclamó falta previa de Lyanco sobre Diogo Jota. Sabedor de que el gol del extremo inglés de origen jamaicano hacía campeón al City, los de rojo se pusieron el mono de trabajo y las ocasiones no tardaron en llegar. Primero en un remate de Firmino que terminó besando la red pero que fue anulado por fuera de juego y posteriormente en un disparo tímido de Minamino a las manos de McCarthy.
El japonés, con pasado ‘saint’, fue el encargado de mantener vivas las esperanzas de los suyos rematando al primer palo una buena descarga de Diogo Jota, que había aprovechado el hueco dejado por Firmino en el centro. Tras el paso por vestuarios, y ya con Henderson en el verde en sustitución del lesionado Joe Gomez, el Liverpool perpetuó su dominio y, en el 48’, Jota tuvo un 1-2 que finalmente llegó de la forma más inhóspita. Tsimikas puso un saque de esquina que peinó Elyounoussi en el primer palo y que, casi sin querer, coló Matip en la portería después de que el que cabeceara, con la intención de despejar, fuera Walker-Peters.